La crisis de Venezuela se agrava con los días. Todos los venezolanos, sin excepción de ningún tipo, sufrimos cada vez más los embates de los problemas causados por la elite corrupta, ineficiente y anti democrática que desde hace más de 16 años gobierna nuestro país.
Desde que Nicolás Maduro asumió la presidencia, Venezuela, que de por sí ya venía muy mal, entró en un proceso de deterioro acelerado que nos lleva por el camino de una completa disolución social e institucional, poniendo a nuestro país al nivel de algunos estados fallidos africanos donde la gente sobrevive en lugar de convivir.
La verdadera dimensión de nuestra tragedia nacional se entiende con crudeza viendo las cifras de los estudios de opinión pública que regularmente hacen las principales encuestadoras nacionales. Hoy, por ejemplo, el 48% de los venezolanos dice no comer tres veces al día, una cifra que hace apenas tres meses era de 29% según venebarometro; más del 60% dice estar comiendo menos o haber dejado de comprar algún alimento porque no le alcanza el dinero; el 56% solamente gana salario mínimo, el cual se ha depreciado de un equivalente a 85 dólares en el año 2013 a menos de 20 en la actualidad; más del 90% manifiesta haber hecho cola para comprar alimentos o medicinas; y también más del 90% manifiesta no haber conseguido lo que buscaba en el supermercado o en la farmacia.
Duele decirlo, pero debemos admitir sin lugar a dudas que por el camino que vamos, en el cortísimo plazo, el futuro de Venezuela estará signado por el hambre producto de la cada vez más grave escasez de alimentos, por el empobrecimiento producto de la depreciación continua de nuestra moneda y por la muerte bien sea a manos de la inseguridad desatada o de la falta de medicinas básicas como vacunas o pastillas para la tensión.
Ante este tenebroso panorama, todos los venezolanos estamos obligados a activarnos. No hacerlo sería suicida, literalmente hablando.
Con esa certeza y preocupación en la cabeza, Leopoldo López hace unos años llamó a la organización y a la movilización pacífica del pueblo venezolano con el fin de construir el camino a La Salida constitucional y democrática del gobierno nacional, ya que está claro que es imposible lograr sacar adelante a Venezuela mientras sigan en el poder los culpables de que actualmente nuestro país esté como esté. Hoy ese llamado a la movilización pacífica, democrática y constitucional está más vigente que nunca.
Es por ello que el próximo día miércoles 27 de abril debemos asistir todos a la movilización popular convocada por la Unidad Democrática con el propósito de exigirle al CNE que entregue las planillas para comenzar el proceso del Referendo Revocatorio presidencial. Porque si bien estamos claros que las instituciones del Estado hoy se encuentran secuestradas por el partido de gobierno, es nuestro derecho y más que nada nuestro deber como ciudadanos no desmayar en la lucha a favor de la democracia, impulsando y apoyando todas las vías constitucionales posibles para lograr lo antes posible el tan necesario cambio.
En Unidad sacaremos a Venezuela adelante, no me cabe la menor duda de eso.
¡Fuerza y fe!
@AlfredoJimenoR
Concejal de Chacao