Padecer. Con este verbo, Leonardo Padrón describe al país en este momento. Es el que más está conjugando el venezolano. Quizá por eso, en el acto Zulia con el revocatorio, dijo en su participación que “la vida se nos ha convertido en un asunto penoso, en una experiencia agotadora”.
El escritor y guionista hace un recorrido por la situación de Venezuela y apunta: “Parecemos los sobrevivientes de una guerra”. Las colas, los cortes eléctricos, la falta de agua, la escasez de alimentos, le dan la razón.
En un país donde no hay comida, Padrón lamenta que escribe sus crónicas “Con el estómago de la urgencia por hacer algo, por no quedarme callado. Con el estómago de la rabia, de la indignación”. En entrevista con La Verdad soltó: “Para mí el silencio es complicidad”.
– ¿Cuánto más soportará Venezuela?
– Esa es la pregunta medular de toda esta incertidumbre que estamos viviendo, porque creo que todos los años hemos estado diciendo que ya el venezolano no soporta más. Estamos ahorita columpiándonos entre la resignación y el hartazgo. Creo que sin duda alguna hay un punto de quiebre de esa línea de tensión y creo que estamos bastante cerca.
– ¿Qué es lo más difícil por lo que están pasando los venezolanos?
– Lo más difícil es sentir que estamos batallando contra una gente que parece haber perdido el sentido común y el sentido de humanidad. Porque están desesperados por mantener los privilegios del poder. O quizá, están asustados porque luego el peso de la justicia no caiga sobre ellos. En esa lucha se nos está yendo la vida, literalmente, a los venezolanos.
– ¿Venezuela tocó fondo?
– He descubierto que el fondo tiene muchos sótanos y a lo mejor estamos en uno más de ellos, pero podemos estar aún más profundo. Eso es lo peligroso, lo inquietante, lo que estamos viviendo.
– ¿Escribir de un país en crisis es más fácil o más difícil?
– Si yo estuviera escribiendo sobre la guerra de Ucrania sería muy fácil, o sobre los refugiados sirios porque hay un distanciamiento afectivo obvio. Lamentablemente cada crónica que escribo me duele inmensamente porque estoy hablando de mi vecino, de mis hijos, de mis amigos, de la gente que se va. Estoy hablando de mí. Esto es demasiado cercano.
– ¿Qué le critica a los oficialistas
– Los oficialistas son profundamente corruptos. Son dogmáticos y son incapaces. Si ellos fueran capaces de gerenciar un país uno no estaría en esta lidia, porque yo quisiera estar escribiendo mis historias y punto y no las historias de este desasosiego.
– ¿Qué le critica a la oposición?
– Le critico que no calibre la urgencia del momento. Es obvio que por la naturaleza de la oposición donde están congregadas muchas corrientes ideológicas, algunas bastante opuestas, se generen a veces contradicciones o atomización en los puntos de interés. Hay unos que están apostando con mucha coherencia al cambio del país, pero hay otros que sin duda alguna tienen agendas propias y desafinan de manera estruendosa con lo que debe ser el hilo de los acontecimientos.
– ¿Qué hoja de ruta le marcaría usted a la oposición para que todos la cumplieran?
– La hoja de ruta la da el propio país. La oposición tiene que ponerle el oído al latido de la calle y creo que de alguna manera lo está haciendo.
– ¿Qué es lo positivo del Gobierno de Nicolás Maduro?
– Próxima pregunta. (risas)
– ¿En qué se parece Maduro a Hugo Chávez?
– Según él es su hijo y entonces obviamente heredó el costal de errores que fue Chávez como político. Todo presidente tiene la misión de gerenciar la vida de millones de personas y Chávez fue un pésimo gerente. Maduro heredó su ineptitud pero la dimensionó, la hiperbolizó, la extremó, la llevó a dimensiones absolutamente insospechadas.
– ¿En qué se diferencian?
– Sin duda Chávez era un personaje altamente carismático y solamente así se entiende que él haya logrado la hipnosis de tantos millones de venezolanos. Maduro no tiene ni un milímetro de carisma.
– ¿Qué es lo primero que debe decretar el próximo presidente de Venezuela?
– Unión, reconciliación.
– ¿En qué se parece Henrique Capriles a Leopoldo López?
– Que en el fondo están apostando por lo mismo, por la democracia.
– ¿En qué se diferencian?
– En que tienen vías distintas o concepciones distintas de cómo llegar a ella, pero donde hay trochas comunes. Si nos podemos de verdad a ver cuánto de común puede haber en Capriles con respecto a Leopoldo o con respecto a Henry Ramos Allup o a Henry Falcón uno va a conseguir muchos puntos comunes.
– ¿Cómo califica la situación de la Asamblea Nacional en este momento?
– La Asamblea Nacional está cumpliendo con el rol para el que fue elegida. Está legislando las leyes que necesitamos. Lamentablemente el Gobierno está en estricto desacato de la Constitución al ignorar olímpicamente todo lo que allí se aprueba. Están remando contra la corriente, una corriente feroz y envilecida
– ¿Considera que la AN desaprovechó oportunidades?
– Si nos ponemos rigurosos podemos decir que hubo medidas que debieron haber hecho mucho más tempranamente y hubo otras que no debieron haber anunciado prematuramente.
– ¿Qué título le pondrían a la novela que vive Venezuela?
– El apocalipsis.