Atrás quedaron los tiempos de gobernar con base al talento natural, al trabajo en equipo y la dedicación a las mejores soluciones. Y estemos claros, con Maduro la “revolución” ha quedado reducida a programas de televisión, donde el “backing” publicitario y la imagen es lo que importa. No las obras o las soluciones a los problemas de la gente. En 1998, Ignacio Ramonet, asesor pincipalísimo de estos gobiernos, publicaba un libro en el que teorizaba cómo la televisión, con el impacto de sus imágenes, imponía lo que debía ser actualidad (o la realidad) Ramonet insistía en el shock emocional que la televisión puede causar. Es por eso que Maduro lleva una “chuleta” o guión perfectamente definido de lo que debe hacer y decir. Es por ello que Venezuela entera rueda al barranco: El gobierno es un programa de televisión y su guión es la imagen. Fotos AVN Contacto con Maduro No. 53 desde Miraflores (lapatilla.1eye.us)
