Poca gente sabe que por orden de Maduro se ha impedido la juramentación de los diputados Rosmit Mantilla, Renzo Prieto y Gilberto Sojo, privados de libertad por los sucesos de 2014.
El chantaje de Nicolás de ofrecer liberarlos si la oposición ocupaba las 4 sillas que reservó para ellos en la Comisión de la Verdad, Samper incluido, recibió una enfática respuesta de Henry Ramos Allup: “No vamos a entrar en un trueque de presos, eso sería inmoral (…) Luchamos por la liberación de todos o nada” y, tras ratificar su disposición al diálogo, ante semejante desparpajo el presidente de la AN sostuvo que “la amnistía es un acto exclusivo de la Asamblea, ¡cómo les vamos a exigir a esas personas que admitan crímenes que no cometieron!“, recordando que el TSJ, además de haber restado la representación legislativa de Amazonas, los sigue cercenando por otras vías.
Seguramente Maduro va a ignorar el Acuerdo para la libertad y respeto a la inmunidad parlamentaria de los diputados presos, aprobado por mayoría calificada. ¿Cuál será la respuesta de la AN a este nuevo desconocimiento de sus decisiones? No la sé, pero me atrevo a sugerir que la MUD lleve adelante una intensa campaña de denuncia nacional e internacional de los “Presos de Maduro” que tenga como centro a Mantilla, Prieto y Sojo.