—¿650 bolívares tres papitas? No puede ser, sale más caro que comprar un hervido. ¿Y cuánto vale una cebolla (redonda)? –preguntó un usuario a una vendedora en el mercado de Los Pequeños Comerciantes. Así lo reseña lanacionweb.com / Marina Sandoval Villamizar
— Una sola no, estas tres (grandes) que pesan medio kilo, 350 bolívares –le respondió.
— No puede ser –y continuó su camino.
— Deme 100 bolívares de cilantro, por favor –pidió una compradora a la vendedora.
— Esto le vale 300 bolívares porque… –le respondía la vendedora mientras sacaba una porción cuando fue interrumpida por la usuaria.
— Noooo, ¿eso tan poquito? mejor me voy a comprar al patio.
Y es que según se vio en un recorrido hecho en algunos puestos de frutas y verduras en ese centro de abastecimiento de la capital tachirense, y que fue ratificado por los vendedores, mucha gente ha dejado de comprar esos productos indispensables para la alimentación balanceada; es decir, según los expendedores, por el bajo poder adquisitivo de la gente, se están cambiando los hábitos alimenticios, por cuanto hay familias que no están comprando frutas y verduras en la semana, y si pueden comprar han tenido que reducir la cantidad a la mitad, y alguno incluso llevar apenas unos tres productos y por unidad, por ejemplo, no falta quien lleve una zanahoria.
— El incremento de los precios es excesivo y se compra menos, entonces hay que ingeniárselas para subsistir en la semana. La fruta, por ejemplo, ha subido descalabradamente, la parte económica va a paso agigantado y aquí nadie está tomando ninguna medida, no sé hasta qué momento podemos aguantar, yo propongo que se revise a fondo la situación porque está afectando a todos los niveles.
Es Freddy Villamizar, un sancristobalense que no precisamente devenga un sueldo mínimo quien hizo la exposición. Es un asiduo comprador del mercado los domingos, que –dice- le cuesta alrededor de 15 mil bolívares cada semana. Comentó que “en quince días, después de la Semana Santa, el precio de las frutas y verduras sigue “por las nubes”, sube día a día, y cada día uno tiene que comprar menos porque de lógica, el nivel adquisitivo no aumenta al nivel de lo que va aumentando el costo de los productos.
— La carne por ejemplo, subió de mil 200 a mil 500, como los productos secos y las verduras, el incremento ha sido excesivo; un pedazo de patilla, no la fruta completa, una la conseguía en 250 a 300 bolívares y hoy está a 500 y 600 bolívares; el caso de la papa, que estaba a 300 y 400 bolívares y ahorita no la encuentra en menos de 800 bolívares; la cebolla de cabeza de 400 bolívares, subió a 700; pimentón no compré porque tengo, pero valía 250 bolívares y ahorita está a 700 bolívares; la zanahoria de 250 está a 600 bolívares.
De esa manera, los compradores hablaron de su lucha semanal por intentar comprar aunque sea la cantidad mínima de verduras para su casa y coincidieron en general en que los precios aumentan con frecuencia desde Semana Santa; el tomate estaba a 400 y 500 bolívares y está a 800; la cebolla larga está a 250; el apio España estaba a 250 y 300 bolívares y está a 600 bolívares; la yuca estaba a 300 y está 500, el plátano está en 300 y ha mantenido el precio junto con la auyama, que está a 200 bolívares el kilo; comer rábano sigue siendo un lujo, pues el kilo está a 800 bolívares; el aguacate está a diferentes precios, desde 300 a mil bolívares.
El grano fresco sin concha, como el frijol rojo está a mil 400 bolívares, la caraota negra a mil 600 y la arveja a 2 mil 660 bolívares.
— Mire, en esta bolsa hay una compra de 5 mil 500 bolívares, algunas cosas las compre de aquí, otras de medio kilo o de cuartico, porque todo ha subido, compré, papa, maduro, cilandro, un pepino, todo de a poco, y hay que ahorrar para la semana porque mi hijo come mucha verdura y mi esposo fruta porque tiene diabetes y es lo que le manda el médico –dijo la señora María, quien comentó que no todo el mundo “puede darse el lujo de comprar, con un sueldo mínimo nadie puede hacer el mercado de una semana, cubriendo todos los requerimientos”.
Y quien puede, ya no compra un kilo sino medio kilo de verdura, y no de todas las que requiere para su dieta balanceada diaria, menos puede comprar las frutas. Porque dicen que una manzana que valía 400 bolívares, está a 500; un melón pequeño de menos de un kilogramo costaba 300 bolívares, ahora está a 500 bolívares; la fresa se encontraba entre 700 y 800 bolívares y ahora está a mil 200; la mora esta a mil bolívares; y al parecer no falta quienes se llevaron una sorpresa con el limón porque el precio se “disparó” de entre 300 y 500 a 800 bolívares.
Vendedores: precios suben todos los días
— No, los precios de los productos no suben todas las semanas, suben todos los días, ahorita usted compra a un precio y mañana está al doble, fuimos a comprar a Táriba en la mañana y la zanahoria estaba a 15 mil bolívares, ya en la tarde estaba a 17 y 20 mil, ayer la vendimos a los consumidores a 500 bolívares y hoy tocó venderla a 600 bolívares, ya no se le puede dar a un cliente un presupuesto porque al otro día los productos amanecen más caros.
Es la respuesta de una vendedora al ser interrogada sobre la carestía de las verduras, y coincide con los usuarios que se acentuó después de la Semana Mayor. “Todo eso nos afecta porque cada día es menor la cantidad que vendemos, no se puede invertir tanto porque es mucha la cantidad de dinero que se necesita, ¿no ve cómo están las mesas casi vacías? ya no se puede surtir en cantidad, que si se echaban cuatro bultos de papa, ahorita no se pueden poner sino dos, o uno, y de vaina, para medio ponerle de todo a la mesa.
— El apio está carísimo, a 9 y 10 mil bolívares la arroba, por kilo está a mil 200 y estaba en 600 y 800 bolívares en noviembre y diciembre, ni siquiera en diciembre estuvo tan caro como ahorita; la papa estaba en 14 y 15 mil y está en 28 y 30 mil bolívares; el tomate ya lleva dos semanas que está en 12, 13 y 14 mil, el jueves pagamos a 12 y medio y el viernes nos tocó que pagar 14 mil bolívares la cesta de veinte kilos, toca venderlo a 800 bolívares porque prácticamente está saliendo a 700 bolívares…
Y así los expendedores cuentan cómo tienen que enfrentar la situación, pues deben comprar los productos al precio que les ofrezcan, “porque detrás hay alguien que si le alcanza la plata y se lo lleva”.
En cuanto a las frutas, dicen que “la gente lleva la fruta más barata y lo estrictamente necesario, principalmente el tamarindo que es el que está a precio más bajo la panelita. Todos se quejan, dicen que primero van a comprar las legumbres y la carne para ver qué les queda para la fruta; y con lo que les queda, si les queda, se llevan un kilo de parchita que eso es caro ya en 700 bolívares, estaba en 500”.
De la solución, dicen los expendedores que no saben “quién tenga una solución porque hay una liberación de precios horrible, entonces cada comerciante pide y el que mejor pague es el que se lleva el producto, la gente se queja, nos dice ladrones, que este gobierno tiene que caer, pero eso parece que nadie tiene la solución a este conflicto tan bravo, todos se tiran la pelota”.