En su despacho parroquial, el padre José Pérez Cardozo recuerda que en Venezuela se veneran tres nazarenos: El de San Pablo, en Caracas; el de Barquisimeto, en Lara, y el de Achaguas, en Apure. “La Semana Santa en Achaguas es trascendental por la gran afluencia de fieles del Nazareno. Esta devoción, que lleva 167 años, está arraigada en los achagüenses y ligada a la Independencia”. Así lo reseña lavozdeapure.com.ve
Desde el Domingo de Ramos llegan fieles de todo el país a pagar promesas. Pero es el miércoles santo, por la procesión, cuando un mar de gente manifiesta su devoción”
Las actividades referentes al Nazareno, están compuestas por misas, procesión a mediodía hasta la Plaza Bolìvar donde se dá un concierto con arpa , cuatro y maracas, en honor del santo, y posterior procesión por las principales calles del pueblo.
La peregrinación al Nazareno conmueve profundamente, ya que allí, soportando el calor ambiental y el que despiden las velas que se prenden en su honor, observamos a devotos – viejos, adultos, jóvenes, niños – , vestidos con túnicas moradas, acostados con la cara contra el piso, otros recorriendo de rodillas el pasillo central de la iglesia, numerosos minusválidos, ….En sus caras sudorosas y en sus gestos, todo el sentimiento y la piedad que emanan sus espiritus agradecidos y esperanzados.
A las cinco de la tarde arranca la procesión que dura hasta la medianoche, recorriendo todo el pueblo. Los devotos turistas acompañan a la imagen sagrada, al compás de la música sacra que interpreta una banda del pueblo. Constituye la romería mas grande que, en procesión, podamos observar en nuestra región. Y de esta muchedumbre necesitada del favor Divino, emana un halo de profundo sentimiento cristiano: “La esperanza es lo último que se pierde y en el Dios de Achaguas, Nuestro Nazareno, siempre la encontramos… Así como encontramos alivio para el enfermo, piedad para el pecador, consuelo para la tristeza y compañía para la soledad.
Historia del Nazareno de Achaguas estado Apure
El Nazareno de Achaguas está íntimamente ligado a la figura de José Antonio Páez, quien mandó a esculpir en España la imagen para el pueblo en pago de una promesa. La historia reseña que estando Páez en Achaguas al frente del ejército de Apure marchó hacia Carabobo, el 10 de marzo de 1821.
El centauro partió al frente de 1.500 hombres de caballería y 1.000 de infantería. Con ellos iban 2.000 caballos de reserva y 4.000 novillos. Páez oró en el templo antes de partir y prometió regalar la figura religiosa al pueblo si triunfaban en Carabobo. Cumplió la promesa en 1835.
La hermosa imagen de 1,80 metros de altura es obra del tallista español Merced Rada. La cruz posee 2,70 metros en su palo mayor, y 1,40 en el menor; el espesor es de 7 centímetros. El compañero, Simón de Cirineo, también tallado en madera, es un poco más pequeño. En la base lleva inscrito el nombre de José Antonio Páez.