La Policía Federal (PF) encontró una caja de seguridad de la familia del ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en una sucursal del Banco de Brasil en San Pablo. La bóveda está a nombre de la ex primera dama Marisa Leticia y el hijo de la pareja, Fábio Luís Lula da Silva, también conocido como “Lulinha”, publica Infobae.
Adentro fueron hallados 186 artículos, incluyendo regalos, monedas y joyas recibidos por la figura del Partido de Los Trabajadores durante sus dos mandatos al frente del gobierno federal, según señala el diario O Globo.
De acuerdo con los testimonios brindados por empleados de la institución financiera a la policía federal, la piezas ahí guardadas fueron depositadas el 23 de enero de 2011.
Además, según declaraciones atribuidas por la policía federal a un gerente del banco, no habría “ningún costo de almacenamiento” que fuera abonado por el responsable de ese material. Por otro lado, los artículos nunca fueron movidos, ni alterados, y la mayoría de ellos todavía llevan el sello de la Presidencia.
El rotativo brasileño tuvo acceso al documento difundido en el sitio de la revista Época.
Lo que llevó la policía federal a la caja de seguridad fue un documento hallado en el apartamento de Lula, titulado “acuerdo de transferencia de responsabilidad (custodia 23 cajas selladas), del 19 de marzo de 2012”.
Entre los designados responsables por el material aparece el nombre de Rogério Aurélio Pimentel, asesor especial del ex presidente, citado a declarar por la Policía Federal la semana pasada.
En el informe de la Policía federal aparecen fotografías de los regalos destinados a la Presidencia de la República durante la gestión de Lula.
Entre los elementos almacenados en la bóveda, se encuentran: monedas de oro con los símbolos del Vaticano, una imagen sagrada ornamentada con plata y piedras preciosas, un crucifijo de madera, un camello de oro y una daga de oro con empuñadura de marfil y rubíes incrustados.
El crucifijo ha causado revuelo en internet desde la salida de Lula del poder, aunque éste lo habría recibido como obsequio por parte de José Alberto de Camargo, quien fue director del Instituto de la Ciudadanía.
La respuesta del Instituto Lula
El Instituto Lula informó que “no es un misterio, ni una novedad, sólo una campaña promovida por algunos fiscales mal informados sobre la legislación brasileña que aborda la custodia y preservación de las colecciones presidenciales, además del sensacionalismo promovido por la prensa.”
La organización cita la Ley 8.394/91, que establece que “esta colección es preservada por los ex presidentes, pero no indica los medios y recursos para que esto se haga.”
El comunicado del instituto también señala que cuando Lula dejó el gobierno, “la presidencia catalogó todos los objetos en su colección y dispuesto su traslado a Sao Paulo”. Además, señaló que “todos los objetos de la lista (el Banco de Brasil) se almacenan, conservan y sin tocar.”
Por último, el instituto sostiene que la policía federal “se apoderó de la lista de bienes catalogados”: “El Lava Jato se ha convertido, de hecho y de derecho, en responsable de la preservación del acervo del ex presidente”.