Policía reprimió protestas por aumento de tarifas de autobús en San Pablo y Río de Janeiro

Policía reprimió protestas por aumento de tarifas de autobús en San Pablo y Río de Janeiro

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Las protestas fueron organizadas por el Movimiento Cuota Libre, el mismo grupo que inició masivas protestas antigubernamentales que inundaron las calles de todo Brasil en 2013. Una manifestación similar se llevó a cabo en Belo Horizonte.





AP

La protesta en Sao Paulo el viernes por la noche comenzó de manera pacífica pero se volvió violenta cuando manifestantes enmascarados comenzaron a lanzar piedras contra la policía, que respondió con gas lacrimógeno y granadas aturdidoras.

El Departamento de Seguridad Pública del estado de Sao Paulo indicó que 17 personas fueron arrestadas entre los cerca de 3.000 manifestantes y tres policías resultaron lesionados. Argumentó que los inconformes habían generado destrozos en tiendas y bancos, e incendiaron al menos tres autobuses.

La policía de Río de Janeiro dijo que un manifestante enmascarado fue detenido luego de los incidentes similares a los de Sao Paulo.

Los organizadores de las protestas en Río, que se registran a meses de que la ciudad sea sede de los Juegos Olímpicos de 2016, reportaron la participación de aproximadamente 2.000 personas. La policía no ofreció una cifra.

El Movimiento Cuota Libre hizo un llamado a más protestas para el próximo martes.

Las manifestaciones se realizaron después que el alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad,aumentó las tarifas de autobús de 3,50 a 3,80 reales, y luego el alcalde de Río, Eduardo Paes, hizo lo mismo en su ciudad de 3,40 a 3,80 reales.

El incremento de la tarifa se da mientras la economía de Brasil se halla en recesión y mientras la gente batallaba con los precios que de antemano habían subido más de 10% el año pasado.

Las protestas de este viernes fueron similares a las de junio de 2013, que iniciaron contra un aumento en los pasajes del transporte público pero devinieron en protestas nacionalescontra la corrupción gubernamental en todos los niveles, los deficientes servicios públicos y el gasto de miles de millones de dólares destinados a la organización de la Copa del Mundo de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.