Jamás ha habido un gobierno en Venezuela que tome la decisión de impulsar el turismo, de convertirlo en una auténtica fuente de ingresos para el país, en una fuerza motivadora de arraigo, orgullo y sentido de pertenencia. Tampoco ha habido un gobierno que asimile la urgencia de proteger la naturaleza. Que entienda que esta geografía es tremenda ventaja competitiva para emocionar a viajeros del mundo entero. Valentina Quintero/ El Nacional
Nunca se ha planificado una estrategia sólida para impulsar el turismo. Cada ministro trae la suya, la impone y desecha lo bueno y lo malo que haya inventado el anterior. Competir en turismo requiere expertos, dolientes, certeza y continuidad. Un plan estructurado que permanezca. Miles de países asombran a la visita con sus encantos, protegen y consienten a los viajeros, difunden sus maravillas con un mensaje sólido y coherente. Definen sus fortalezas y debilidades. Se enfocan en promover las primeras y resolver las segundas. Lo único que nos hace falta es tomar las decisiones correctas. Y ya empezamos a hacerlo.
Ubicación privilegiada. Venezuela es la puerta abierta a América del Sur. Tenemos la mayor cantidad de costas continentales de la región con 3.726 km desde Castillete hasta Punta Playa. Caribeña 2.178 km. Atlántica 1.008 km. Insular 1.040 km y 311 islas e islotes. Al sur, la formación geológica más antigua del planeta. La selva amazónica con su pulmón vegetal, los Andes y la cordillera de la costa.
Por estar en el trópico de Cáncer la duración de los días y las noches es semejante todo el año. Figuramos entre los países que reciben mayor cantidad y calidad de radiación solar. No hay variaciones extremas de temperatura.
Venezuela es un país megadiverso. Tenemos 1.600 variedades de orquídeas, más que ningún otro país. El Caribe representa uno de los escenarios más exóticos y de mayor biodiversidad del planeta, principal foco de atracción turística. Las aguas del Caribe constituyen el único y gran mar de las Américas. Esta información es tomada del Diccionario Geográfico de Venezuela publicado por la Fundación Empresas Polar.
Los que creen en el turismo. En 1990 visitó el país Donald E. Hawkins, director del proyecto turístico USA-Venezuela que promovía el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez. El experto aseguraba que Venezuela lo tenía todo para ser líder en turismo y que las iniciativas regionales y de interés local permitirían construir un turismo de la base hacia arriba. Que esa sería una fuerza muy grande en Venezuela porque lo ha sido en todo el mundo. Ya podemos verlo.
Yaracuy y Lara jamás fueron regiones de especial interés turístico. Sin embargo, sus habitantes se empeñaron y ahora reciben visitas de todas partes. En ambos hay importantes redes de posadas, artesanos, buenos restaurantes, carreteras, promoción y un inmenso sentido de arraigo y orgullo por mostrar sus bondades. Lara recibe millones de personas cada mes de enero por la procesión de la Divina Pastora. Yaracuy se posicionó con el Parque de la Exótica Flora Tropical. Los indígenas en el Amazonas y en el parque nacional Canaima se convirtieron en anfitriones y empresarios turísticos.
Los llaneros son tremendos guías de naturaleza porque crecieron en esas sabanas, se conocen las manías de sus animales y las corrientes de sus ríos. Los arrieros andinos saben de memoria los senderos que atraviesan sus montañas, pues los recorren a diario para llevar sus cosechas. Los pescadores surcan este mar sin tormentas y comparten playas secretas. La red de posadas se ha ido consolidando a pesar de las dificultades. Cada vez prestan mejores servicios y están al frente personas con inmenso sentido de pertenencia.
Los operadores de naturaleza se han unido para crear Ahete, red de turismo sostenible, con la finalidad de proteger el medio ambiente, apoyar a las comunidades donde trabajan, certificar operadores, profesionalizar a los guías y convertir a Venezuela en el destino de turismo sostenible, amable y productivo que todos aspiramos.
En estos momentos se discute la nueva ley de turismo sustentable con participación de un grupo de expertos y de nuestras más prestigiosas universidades. El turismo es una convicción indetenible e irreversible. Cuando decimos que “Ahora le toca al turismo” es porque le llegó su momento. El precio del petróleo bajó y nada indica que vaya a subir. Acabamos de elegir una nueva Asamblea Nacional con el apoyo de una inmensa mayoría. La alegría que vivimos nos dará mucha fuerza. Nos hemos preparado durante muchísimos años para este momento.
Somos un atractivo para el mundo por el proceso que hemos padecido y ahora por esta decisión de cambio. Nuestro Parque Nacional Canaima ha sido protagonista de varias películas nacionales y extranjeras. Viajeros del mundo entero quieren recorrerlo. Somos un destino de naturaleza y ese es precisamente el turismo que crece en el mundo.
El secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT) asegura que hoy es más importante que nunca que el desarrollo turístico se guíe por los principios de la sostenibilidad. No podemos dejar que la indolencia acabe con nuestro Patrimonio Natural de la Humanidad a punta de ese cáncer que es la minería. Es imperdonable lo que ocurre, pero estamos a tiempo de pararlo. Es una decisión de gobierno y ejerceremos presión para que se tome.
Una fuerza en el mundo
Las previsiones de la OMT recogidas en el informe El turismo 2030revelan que las llegadas de turistas internacionales alcanzarán los 1,8 millardos en 2030 con un crecimiento anual de 3,3% en el período 2010-2030. Los expertos prevén que el crecimiento de las llegadas de turistas internacionales a destinos de economías emergentes (la nuestra) doblará al de las llegadas de estos turistas a países desarrollados: 4,4% frente a un 2,2% anual. En términos absolutos, las economías emergentes sumarán 30 millones de llegadas internacionales cada año en comparación con los 14 millones que recibirán las economías avanzadas.
Las llegadas a América del Sur aumentaron 5% en 2014, gracias al empuje de Argentina (+13%) Ecuador (+14%) Colombia (+12%) y hasta Paraguay, Chile y Perú crecieron entre 2% y 6%. Cuba recibe 3 millones de turistas al año y se prepara para recibir 8 millones, lo mismo que República Dominicana y Ecuador. Islandia se ha promovido como la Nueva Zelanda de Europa.
Venezuela llega apenas a medio millón de turistas al año y con tendencia a la baja. Estoy segura de que tenemos las fortalezas para revertir esta cifra. Es verdad que tenemos que resolver la seguridad, los servicios, la interconexión aérea, la moneda… Pero eso se resuelve con las decisiones correctas.
Lo que jamás podremos construir ni con las ganas y el entusiasmo de cientos de generaciones y todos los recursos, es esta geografía y este clima privilegiados, la gente amorosa y contenta, nuestros sabores recreados por la creatividad y el conocimiento de nuestros cocineros, la variedad de chocolates con el mejor cacao del mundo, que es el nuestro. Vamos a aprovechar esta contentura de cambio y reconstrucción producto de los resultados de las elecciones de hace una semana.