Los índices de criminalidad y violencia se elevaron en 2015. Las proyecciones no son nada alentadoras. Al contrario, son sumamente preocupantes, expresó el abogado Fermín Mármol García, reseñó El Impulso.
Por Lorena Quintanilla Muñoz
“Ha sido un año más cruento y violento que 2014. Esto es preocupante porque 2015 tuvo cuatro planes de seguridad interactuando y coexistiendo: el plan patrullaje inteligente por cuadrante, plan desarme, plan pacificación y zonas de paz y plan OLP, todos impulsados por el Ministerio para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz. En cuanto al homicidio el aumento rondará el 8% con relación a 2014, que cerró con 24.948 personas muertas a manos de la violencia y el crimen organizado”.
Como no hay cifras oficiales, dos tipos de delitos se contabilizan sobre la base de la percepción ciudadana, explicó. Se refirió al secuestro y al robo a mano armada.La percepción con relación al secuestro resulta en un incremento del 60%. Se trata de un evento delictual pluriofensivo; atenta contra el patrimonio y la integridad psicológica y física de la víctima.
“Preocupan dos eventos en ese sentido. Está aumentando la muerte en cautiverio de los secuestrados y las lesiones personales y abusos sexuales, desde actos lascivos hasta violaciones”.
En síntesis, la tasa de homicidios se elevó 8%, la muerte de funcionarios policiales y militares en hechos violentos 18%, lo que se traduce en 400 funcionarios asesinados este año, robo a mano armada 100%, secuestros 60%, con la particularidad de que se elevó 3% la muerte del secuestrado en cautiverio y 7% ascendió el abuso sexual y actos lascivos de secuestrados en cautiverio.
2015 se caracterizó por robos masivos y a plena luz del día, indicó el criminólogo.
Se cometieron grandes atracos en playas, salones de fiestas de hoteles, clínicas, universidades, restaurantes, unidades de transporte, entre otros.
Hay una modificación del robo a mano armada que anteriormente atentaba contra víctimas no expuestas a la vista de todos y este año se materializaron asaltos a multitudes. “El crimen en Venezuela es un problema de salud pública. Cualquier sitio puede ser apetecible para un robo individual o masivo” insistió Mármol García.
Todo esto deviene en un cambio de la conducta y el gentilicio de los venezolanos, quienes desconfían, no se recrean ni movilizan y sueñan con emigrar.
Señaló que los venezolanos están a merced de una delincuencia perfectamente estructurada compuesta por ocho grandes bloques: las bandas y megabandas criminales (delincuencia común), los colectivos armados y violentos, la república de los pranes o el pranato carcelario que también ha invadido parte del tejido social fuera de la cárcel, los pseudos sindicatos de la construcción y pseudos sindicatos mineros, el Frente Bolivariano de Liberación y sus distintas facciones, el holding del tráfico ilegal de drogas y legitimación de capitales, el holding de la corrupción y la incidencia criminal extranjera; Farc, ELN, Los Paracos, Los Garimpeiros, entre otros, con una incidencia del 5% en la masa criminal venezolana.
Destacó que en estos ochos bloques 85% son criminales del sexo masculino y 82% es menor a 25 años de edad.
Respecto a la cifra de impunidad mencionó que “el 2015 culmina con una taza de impunidad superior al 96%”.