Los concesionarios venezolanos, ante la crisis automotriz, buscaron otra opción para la comercialización vehículos. Ahora en lugar de tener autos totalmente nuevos, venden automóviles que ya han sido usados.
Ante la escasez de divisas, este sector ha tenido que paralizar por completo el ensamblaje de carros, por lo tanto examinaron otra forma de mantenerse en pie en el mercado: vendiendo en bolívares autos con cierto tiempo de uso.
General Motors, Ford, Mitsubishi, Toyota y Kia son algunas de las industrias que no cuentan con los dólares para la compra de autopartes en el exterior. Cabe destacar, que el precio del carro “más económico” se sitúa en 5 millones de bolívares.
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