El petróleo intermedio de Texas (WTI) bajó hoy un 0,74 % y cerró en 45,55 dólares el barril, siguiendo la tendencia que arrastra desde el lunes por nuevas preocupaciones por la marcha de la economía china.
Al final de la sesión de operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del petróleo WTI para entrega en noviembre bajaran 34 centavos de dólar.
Los analistas atribuyeron el descenso de hoy, algo menor que el del lunes, a la cautela del mercado acerca de la posibilidad de que China limite sus compras de crudo por la ralentización de su economía.
Según se anunció el lunes, el crecimiento de la actividad económica de China bajó una décima el tercer trimestre y se situó en el 6,9 % en comparación con el mismo periodo de 2014.
Por su parte, los contratos de gasolina para entrega en noviembre, los de más próximo vencimiento, subieron 3 centavos y cerraron en 1,28 dólares el galón.
Mientras, los contratos de gasóleo para calefacción para entrega en ese mismo apenas variaron en su precio y cerraron en 1,45 dólares el galón.
Finalmente, los contratos de gas natural para entrega en noviembre subieron 3 centavos y quedaron en 2,48 dólares por cada mil pies cúbicos.
Crudo Brent sube un 0,16 % y cierra en 48,68 dólares
El barril de crudo Brent para entrega en diciembre cerró hoy en el mercado de futuros de Londres en 48,68 dólares, un 0,16 % más que al cierre de la sesión anterior.
El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, terminó la sesión en el International Exchange Futures (ICE) con un avance de 0,08 dólares respecto a la última negociación, cuando acabó en 48,60 dólares.
El precio del crudo europeo registró una ligera subida en una jornada en la que el Banco Mundial (BM) revisó a la baja sus previsiones sobre el precio medio del barril para 2015.
Debido a la ralentización económica global, el organismo calcula que el precio medio será de 52 dólares por barril, en lugar de los 57 dólares que estimaba hasta ahora.
El Banco Mundial cita el acuerdo nuclear entre Irán y las grandes potencias, que permitirá a Teherán bombear más crudo en un mercado ya saturado de oferta, como uno de los factores que lastrará el precio a la baja.