La producción agropecuaria en el país muestra su peor récord en décadas. La combinación de factores como la sequía, falta de insumos y la inseguridad ha diezmado el rebaño nacional, afectando el consumo per cápita de carne, al punto que al cierre del primer trimestre de 2015, se registra un desplome de 43,4% frente al mismo lapso de 2012.
La estadística ofrecida por el presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), Carlos Albornoz, refiere que mientras entre enero y junio de 2012 cada venezolano consumía en promedio 24 kilos de proteína animal, en igual período de este año descendió a 13 kilogramos. “Cada vez se consume menos carne”, advirtió.
El retroceso del consumo, según el dirigente gremial, obedece a que “hoy hay un rebaño diezmado con una sequía poderosísima, que golpea el norte de Zulia, el sur de Aragua, Guárico, zonas de Anzoátegui, buena parte de Lara, Carora y de ello no se dice nada, estamos ocupados en importar mientras el campo sufre y padece”, criticó.
La estimación de Fedenaga es que se han perdido entre dos y tres millones de animales en los últimos tres años, pues en 2012 se contaba con 15 millones. “Estamos entre 11 millones y medio y 12 millones, pero lo que viene con la sequía podría disminuir aun más”.
Albornoz alertó que “todo el campo nacional está grave. No hay alimentos balanceados, semilla de pastos“, y otros insumos básicos para la producción, tal es el caso de la maquinaria, la cual acusa que se encuentra 72% paralizada por falta de repuestos.
Abandono oficial
Otro de los factores claves para que la ganadería esté en picada es la inseguridad. El presidente de Fedenaga expuso que “sobre todo en el tema personal. Es abominable lo que está ocurriendo en varias zonas del país“, pues existe temor ante el incremento de secuestros, atentados, extorsiones y robos.
Añadió que “la inseguridad jurídica” es también un elemento que ha retraído al sector. “No hay seguridad de la tenencia de nuestros predios, de la reinversión, tampoco del costo de nuestros productos, de la rentabilidad económica”.
Al ilustrar el impacto que ha tenido la falta de protección por parte de los cuerpos de seguridad, Albornoz indicó que entre 600 mil y 800 mil personas han salido de la actividad ganadera o del trabajo del campo. “Creemos que todavía quedamos más de 120 mil familias que generan gran cantidad de empleos”, indicó.
Llamó a atender la propuesta de Fedenaga para elevar la producción, pues la crítica situación obedece a la falta de políticas coherentes. Precisó que sugieren respeto a la normativa legal, distribución justa de agro insumos, plan masivo de construcción de equipamiento y programa de siembra de soya.
Aunque Albornoz señala que estas necesidades han sido expuestas al Ejecutivo, desde el puesto de comando presidencial en Miraflores, el gobernador del estado Portuguesa, Wilmar Castro Soteldo, informó que se está atendiendo al sector agrícola, con la llegada de 331 mil 187 toneladas de alimentos importados, mientras que se encuentran en proceso de cosecha diversos rubros, “para garantizar productos seguros y de calidad”.
Subasta
$150 millones subastó el Sicad en agosto para el sector agrícola. Sin embargo, el presidente de la Cámara Venezolana de Distribuidores de Repuestos, Equipos Pesados y Agrícolas (Cavedrepa), Erich Hartkopf, señaló que aunque el gremio aglutina 80% del área, apenas 15 empresas fueron beneficiadas y no han recibido recursos.
Irregularidades
El diputado tachirense de la Asamblea Nacional, Abelardo Díaz (Copei), denunció que las novillas importadas desde Brasil para ser vendidas a los ganaderos mediante créditos, son un negocio, pues en lugar de ser ofertadas a los productores, en Táchira fueron entregadas a una empresa que elevó su precio.