La obsesión por autorretratarse cuando viajamos nos lleva en muchas ocasiones a correr un riesgo innecesario. Ocurre sobre todo en destinos peligrosos como precipicios, cataratas o puentes colgantes, lugares donde la imprudencia (o un mal paso) pueden jugarnos una mala pasada. Eso sí, la foto, si sale, queda estupenda. Traveler.es
1. LA MONTAÑA SAGRADA DE HUA-SHAN (CHINA): Subir a uno de los lugares sagrados más peligrosos del mundo es ya todo un reto, pero si además sacamos la cámara y soltamos una de las manos que nos sujetan a ese tablón tembloroso bajo nuestros pies para hacernos una foto, ya hablamos de locura. La parte más arriesgada para ascender a la montaña sagrada de Hua-Shan es Changong Zhandao, una pasarela de tan sólo 30 centímetros de ancho sobre un acantilado totalmente vertical. Este lugar es uno de los preferidos para hacer selfies. Mirar abajo no es una opción para los más miedosos.
2. TROLLTUNGA (NORUEGA). Otro lugar de emociones fuertes es la conocida como ‘Lengua del Troll’ en los fiordos Noruegos. Situado en la población de Odda, Trolltunga es un saliente horizontal de roca suspendido a 1.000 metros de altura sobre un paisaje sobrecogedor. Hacerse un selfie impone mucho, aunque para mucha gente la altura y el subidón de adrenalina no es un problema. Hay quien se atreve incluso a hacerse la foto saltando a pocos centímetros del borde.
3. CATARATAS VICTORIA (ZAMBIA). Los selfies en la Piscina del Diablo de las Cataratas Victoria, en Zambia, son todo un must. No puedes irte sin hacerte la foto más original y alocada. Puedes saltar o hacer que estás a punto de precipitarte al vacío. Tranquilo, una barrera de roca bajo el agua impide que la corriente de estas inmensas cascadas – el doble de grandes que las del Niágara- te lleve con ella. Eso sí, no te despistes, no vaya a ser que un brinco mal calculado termine en tragedia.
4. PUENTE COLGANTE CARRICK-A REDE (IRLANDA DEL NORTE). Muy cerquita de la Calzada del Gigante (otro sitio estupendo para hacer selfies), se encuentra un puente colgante que nos pone los pelos de punta. Hablamos de Carrick-a-rede. Esta antigua pasarela de cuerda creada por los pescadores locales se sostiene entre dos colinas y cuelga a 30 metros sobre el mar. En sus 20 metros de longitud, la gente hace malabares para intentar sacar una buena instantánea.
5. GRAN CAÑON DEL COLORADO (EE UU). Los acantilados y abismos que forman el famosísimo Gran Cañon del Colorado son una verdadera maravilla. Pero también un gran peligro. Aquí las vallas y la seguridad ante una caída mortal no existen. Y eso parece que a mucha gente se le olvida cuando lo que más les importa es hacer una buena foto. Y si hablamos de un selfie, aún peor. Estar más pendiente de poner o quitar el flash en vez de mirar dónde damos el siguiente paso, puede hacer que la foto nunca llegue a salir.
6. PLAYA DE TEAHUPO´O (TAHITÍ). Sacarte una foto a tí mismo mientras surfeas y salir guapo ya es todo un logro, pero si lo haces en una de las playas más arriesgadas del mundo, con violentas olas que alcanzan los 10 metros, tu foto no tiene precio (siempre y cuando salgas vivo del agua, claro). La playa de Teahupo´o, conocida como el “muro de calaveras” por los tahitianos, es uno de los grandes desafíos de los surferos más experimentados. Y ahora también para los aficionados a los selfies.
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