El comercio formal entre Colombia y Venezuela ha sufrido una contracción del 38% entre enero y julio al ser comparado con el mismo período en 2014. Cifras manejadas por la Cámara de Integración Económica Venezolano-Colombiana, (Cavecol), basándose en la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) —organismo del país vecino— y el Instituto Nacional de Estadística (INE), señalan que en el primer semestre el comercio binacional logró transar 769 millones de dólares, reseñó Panorama.
Por Jessica Velásquez
Mientras que en 2014, durante el mismo período, las operaciones comerciales entre el vecino país y Venezuela, ascendían a $ 1.235 millones. Distribuidas en gran medida sobre productos de las industrias químicas o industrias conexas, además de productos para la elaboración de alimentos, bebidas, tabaco, pieles, cuero, talabartería, metales comunes, entre otros.
El intercambio entre ambos países también sufrió un descenso entre 2013 y 2014, cuando se redujo en 21%. Al comparar ambos períodos, Cavecol reportó que en 2013 el año cerró con 2.673 millones de dólares, frente a $ 2.113 millones en los siguientes 12 meses.
Altibajos se pueden ver en el histórico de operaciones comerciales. En 2012 alcanzó $ 2.685 millones. El año anterior hubo $ 2.020 millones en transacciones. Mientras que en 2010 se ubicó en $ 1.732 millones; a diferencia del 2009 cuando superaba al doble por el orden de los $ 4.616 millones; y en 2008 tuvo un repunte a $ 7.289 millones.
Al desglosar el comercio binacional, se observa que son mayores las importaciones que las exportaciones hacia la nación neogranadina. En ellas hubo un descenso del 25%.
En el primer semestre del 2014, Venezuela exportó 296 millones de dólares, mientras que este año, hasta el mes de julio, logró transar $ 150 millones. Y en importaciones en el primer semestre sumó $ 939 millones en 2014, y hasta julio pasado el comercio desde Colombia ascendió a $ 619 millones.
Rogelio Queijeiro, presidente ejecutivo de Cavecol, enumeró a PANORAMA, los factores que pudieron haber incidido en el descenso del intercambio formal binacional: el retardo en la entrega de certificados de no producción, la liquidación de divisas por parte del Estado de acuerdo a los mecanismos de divisas y el pago a proveedores.
Queijeiro, indicó que Cavecol aboga por “el fortalecimiento del comercio formal entre ambos países, así como la creación de espacios de diálogo y trabajo conjunto para robustecer al sector productivo y generar de esta manera bienestar para los ciudadanos”.
El economista Pablo Giménez, destaca que al ver la balanza comercial, observa que “somos compradores natos de mercancía colombiana”, no obstante, sostiene que Colombia “ha tenido una caída importante en sus exportaciones, no solo con Venezuela, sino con otros países del mundo, puede ser por bajas en su productividad”; sumado a las mafias que existen en la frontera, con los denominados ‘bachaqueros’.
El también coordinador del Programa de Formación de Grado en Economía Política de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), agregó que en lo que queda de año y los primeros meses del 2016 son para evaluar de qué forma se puede tener una frontera dinámica, económicamente viable.
En tanto, el presidente de Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), Francisco Martínez, quien maneja las mismas cifras sobre el intercambio comercial, considera que el mismo ha venido descendiendo por las condiciones de Venezuela, sin embargo, el reciente cierre de la frontera impactará de una forma más grave sobre la economía binacional.
Martínez, explica que a través de Paraguachón hay transacciones por cuatro millones de dólares mensuales, aunque aclara que la cifra no es oficial. “Piezas plásticas, rieles para el metro, materiales también para el metro, telas para fabricar uniformes y fertilizantes, semillas de maíz blanco y amarillo, bicarbonato de calcio para producir crema dental, semillas de caraota, vitaminas para niños y adultos, son parte de los productos que se comercializan entre Colombia y Venezuela”.
La frontera colombo-venezolana es la más activa de América Latina, porosa, con una integración social, económica, cultural y familiar porque se habla de que un tercio de la población venezolana tienen grado de consanguinidad con familiares colombianos de primero y segundo grado y hasta cuarto; por lo que la integración es muy importante y hay que darle ese tratamiento, donde ambos países garanticen el libre tránsito de personas y mercancías con la debida seguridad, es el llamado que hace la cúpula empresarial a los Gobiernos de ambas naciones.
Además de productos, también está el área de servicios. De acuerdo con Martínez, la ocupación del 60% de los hoteles en el Zulia los fines de semana era de colombianos por turismo, visitas familiares o estudios, lo que representa menos ingresos para los venezolanos.