El Ministerio israelí de Exteriores calificó hoy de “discriminatoria” la decisión del Parlamento Europeo de pedir una clara señalización de los productos fabricados en los territorios ocupados por Israel desde 1967, y consideró que se desprende de ella “un fuerte olor a boicot”.
EFE
“Hay que llamar a este niño por su nombre: marcar los productos es un boicot”, dijo la viceministra israelí de Exteriores, Tzipi Hotovely, en un comunicado en el que promete que lanzará una campaña para impedir que la medida sea aplicada.
Hotovely, que ejerce de viceministra en una cartera bajo la tutela personal del propio primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que Israel “no permitirá a ningún organismo discriminar los productos de unos u otros israelíes y que están fabricados en el territorio del Estado de Israel” (sic).
Por su parte, el portavoz del Ministerio israelí de Exteriores, Emanuel Nahshon, dijo a Efe que “el Estado de Israel considera grave la resolución (…) una decisión discriminatoria de la que se desprende un fuerte olor a boicot”.
“Oculto bajo un argumento técnico, hay un intento de imponer una solución política (al conflicto) alentada por los palestinos”, agregó al mostrar su condena.
Para Israel, se trata además de una “hipocresía”, porque “no se le demanda lo mismo a la producción de la República Turca del Norte de Chipre (RTNC) o del Sahara”.