Las distorsiones económicas de Venezuela y la falta de control alientan el contrabando y sus derivas violentas en la frontera con Colombia, señalaron analistas un día después de que el gobierno de Nicolás Maduro ordenara el cierre indefinido de un sector del paso binacional.
AFP
“La responsabilidad directa es del gobierno (venezolano), que tiene un modelo de control tanto de cambio como de precios que genera los estímulos” para el contrabando, dijo a la AFP el economista Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis.
Maduro ordenó el viernes el cierre indefinido de un tramo de la frontera en el estado de Táchira (oeste) y declaró el estado de excepción en cinco municipios de la zona, tras un ataque a bala cometido el pasado miércoles por desconocidos que hirió a tres militares y un civil venezolanos, en un país considerado el segundo más violento del mundo según la ONU.
Los agentes realizaban una operación de inteligencia contra contrabandistas a los que Maduro vincula con paramilitares que según él buscan desestabilizarlo en alianza con la oposición de derecha.
La clausura del corredor fue declarada inicialmente por 72 horas y debía concluir este domingo.
León indicó que la fijación de “precios solidarios” por parte del gobierno venezolano genera un diferencial enorme que anima a cientos de personas a cruzar diariamente la frontera para comprar gasolina -la más barata del mundo- y otros productos altamente subsidiados que luego revenden en Colombia.
“Una gandola (tráiler) de gasolina llena cuesta menos de siete dólares en Venezuela y se vende en 25.000 dólares en Cúcuta (Colombia). Es mucho más rentable que el narcotráfico”, afirmó el analista.
Además, el desplome de los precios del petróleo (esta semana cayó a 39,6 dólares por barril) ha generado una sequía de divisas en Venezuela, que obtiene 96% de sus dólares del crudo y muy dependiente de las importaciones.
Ello, junto al contrabando que se desarrolla tanto por caminos ilegales como por la frontera muchos veces ante la pasividad de las fuerzas de seguridad, ha originado una escasez de dos tercios de los productos básicos en un contexto de expansión de la liquidez monetaria y alta inflación (68% en 2014, último dato oficial).
León no descarta que la delincuencia organizada esté implicada en el rentable negocio del trasiego de mercancías -como ocurre con el nexo entre las guerrillas colombianas y el narcotráfico-, pero insiste en que no es la raíz del problema.
De fondo también está la falta de control y cooperación entre las autoridades de ambos países, señaló a la AFP el analista Carlos Romero.
“La separación operativa entre ambos gobiernos le ha dado la oportunidad al crimen organizado de ir y venir de un país a otro”, dijo Romero, indicando que esto ha dado paso a una “degeneración de la violencia” en la zona limítrofe.
— Medidas dañinas–
Para el analista, en lugar de una “concertación con Colombia” Maduro se apresuró a tomar medidas que estima “dañinas”, pues estigmatizan a los colombianos y pueden derivar en abusos, ya que el estado de excepción “significa la suspensión de garantías constitucionales”.
“Conociendo cómo está la frontera, cómo está de corrupta la policía y la fuerza armada, y cómo estamos en Venezuela, con una gran indefensión frente al Estado y una perenne violación del estado de derecho, esto en nada contribuye a la paz y a la democracia”, sostuvo.
Romero considera que la reunión que sostendrán el próximo miércoles las cancilleres Delcy Rodríguez (Venezuela) y María Angela Holguín (Colombia), así como una eventual cita entre Maduro y su homólogo Juan Manuel Santos, pueden ayudar a generar un “marco de cooperación”.
Los analistas también opinan que Maduro aprovechará esta coyuntura para enfriar la situación interna de cara a las elecciones legislativas del 6 de diciembre, en las que el chavismo podría perder la mayoría por primera vez, según encuestas.
“Estas medidas caen como anillo al dedo en momentos de una campaña electoral, como un distractor importante”, aseguró León.
“La situación venezolana está recalentada y el presidente Maduro se pasea por varios temas que le permitan equilibrarla. Vimos cómo le sacó provecho al tema de la relación con Estados Unidos, luego al de Guyana (por un diferendo marítimo) y ahora le tocó a Colombia”, apuntó a su vez Romero.
AFP