Grupo de soñadores trabaja por la felicidad de los venezolanos

Grupo de soñadores trabaja por la felicidad de los venezolanos

Foto http://hacedoresdesuenos.com/
Foto http://hacedoresdesuenos.com/

“Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño”, Martin Luther King. NP

En esta memorable frase se inspiró Hacedores de Sueños, una Asociación Civil sin fines de lucro, que tiene el firme propósito de que los sacrificios y esfuerzos tengan recompensa.

Liliam Bensayán, presidente de esta organización, señala que, a pesar de que un sueño no sea comida o un artículo de primera necesidad, ni forme parte de la cesta básica, la realización de un sueño puede salvar una vida, impulsarla y hacerla mejor.

“La mayoría de las personas se quejan a diario de la situación del país, de la inacción de los ciudadanos. Otros piensan que tenemos lo que merecemos. Pero hay muchos inocentes que son víctimas de las circunstancias, de la pobreza y de las pocas posibilidades para alcanzar un poco de alegría. ¿Qué hacemos individualmente para convertirnos en parte de la solución?.

En este entorno nace Hacedores de Sueños, quien se esfuerza en cumplir aquellos sueños coherentes, que no los puedan realizar por sus propios medios o recursos materiales, humanos ni económicos. El requisito primordial es que a través de Hacedores de Sueños su vida tenga un impulso de tal magnitud que le permita obtener nuevas oportunidades para desarrollarse con mejor calidad de vida.

Ya existen loables organizaciones que sus objetivos son niños abandonados, ancianos, mujeres maltratadas, drogadictos, enfermos terminales o a personas con enfermedades graves. ¿Pero quién se ocupa de ese grupo de personas comunes que tienen sueños, pero que no puede realizarlos por sus propios medios por carecer de recursos materiales, humanos y económicos? Es esa población vulnerable el target de Hacedores de Sueños para que puedan hacerlos realidad y conservar la fe, esperanza en un mundo mejor, puntualiza Bensayán.

Hacedores de Sueños ha recibido solicitudes de soñadores desde diversas partes del país. Bensayán manifiesta que al atender las solicitudes, ellos no lo pueden creer. Hasta lloran de felicidad porque habían tocado muchas puertas sin obtener respuestas. “Para nosotros no hay sueño pequeño, ni grande. Tenemos la sensibilidad, el corazón, las ganas, el coraje, la fuerza y la determinación para llevar alegría cariño, fe y esperanza a soñadores que por sus cualidades, esfuerzo, valentía y perseverancia, sean merecedores de ser tocados por la varita mágica y ver hecho realidad sus sueños”, afirma.

Soñadores atendidos

Hacedores de Sueños eligió otro soñador. Se trata del barquisimetano, Enrique Jesús Torres Abreu, de 24 años, cursante del tercer semestre de Orientación Profesional, quien a su corta edad ha escrito cuatro libros y está redactando el quinto. “Mi deseo es vivir a través de las letras, dedicarme a hacer libros, a explanar en ellos ideales, sueños y convicciones. Yo tengo un sueño: que alguno de mis libros se publique”. Con este mensaje Enrique Jesús acudió a Hacedores de Sueños, a pesar de que su familia intentó hacerlo desistir de la idea alegando que, por la situación que atraviesa el país, no puede ser verdad que exista una organización que genere alegría a personas comunes. “Yo sentí un alivio cuando recibí la llamada de Hacedores de Sueños porque se iluminaron mis sombras. Ahora estoy lleno de esperanza, tengo la posibilidad de que mis letras no queden en un computador”.

Asimismo, Hacedores de Sueños se está involucrando con un hogar de niños abandonados. Recientemente hizo una donación de una piscina inflable y varios juguetes. Además, realiza actividades recreativas con los niños dentro y fuera de la institución, llenándolos de cariño. La organización está evaluando la realización de una gran cantidad de sueños. Un niño de 9 años, que vive en un pueblo apartado y de pobreza extrema, desea conocer al director de orquestas, Gustavo Dudamel, porque considera que tiene talento para la música. Por otro lado, una madre de escasos recursos quiere cumplir el sueño de sus hijos al llevarlos al Parque de Agua Dunas. Otra soñadora es una señora de 70 años, quien desea tomar un curso de medicina.

En busca de Hadas madrinas. Llamada de auxilio

Hasta ahora, los fondos para la realización de los sueños han sido aportados por su presidente, dando ejemplo de solidaridad y desprendimiento. Ya son muchos los sueños , por lo que la organización extiende una cálida invitación a particulares y empresas a que se unan a la iniciativa convirtiéndose en Hadas Madrinas. A formar parte de la solución y no del problema.

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