La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, anticipó hoy algunas de las metas que se impondrá su país para el combate contra el cambio climático, entre las cuales se comprometió a acabar con la desforestación ilegal en la Amazonía para 2030. EFE
Rousseff hizo el anuncio en presencia de la canciller alemana, Ángela Merkel, a quien recibió hoy en Brasilia, y dijo que optó por ello “en consideración a la lucha de Alemania por la reducción de emisiones y de su impacto climático”.
Además de la desforestación ilegal “cero” para 2030, Rousseff dijo que Brasil se comprometerá a restaurar una superficie de doce millones de hectáreas devastadas en la región amazónica y también a “neutralizar las emisiones” de gases contaminantes debidas a la tala de bosques.
Esas metas serán parte de lo que Brasil ofrecerá en la próxima conferencia sobre cambio climático de la ONU, que se celebrará en diciembre próximo en París, y Rousseff dio a entender que, de cara a esa cita, aún serán presentadas otras iniciativas.
En el marco de la visita de Merkel, Brasil y Alemania firmaron hoy varios acuerdos sobre iniciativas contra el cambio climático, un asunto en el que, según dijo la canciller germana, ambos países han decidido adoptar una “agenda intensa”.
Rousseff también dijo que presentó a Merkel los planes de su Gobierno para avanzar en programas de concesiones al sector privado en las áreas de infraestructuras y energías renovables.
Señaló además que, durante su reunión con Merkel, se acordó darle una nueva dinámica a las relaciones económicas y comerciales entre ambos países, para lo cual aseguró que colaborará un mecanismo de diálogo político intergubernamental inaugurado hoy, que incluirá encuentros bianuales de jefes de Estado.
“Alemania es la cuarta economía del mundo y Brasil la séptima. Alemania es la mayor economía de Europa y Brasil la mayor de América Latina, por lo que en este escenario de incertidumbre internacional, esta sociedad (entre ambos países) es aún más importante”, declaró.
Así como Merkel, Rousseff valoró la retomada de las negociaciones para un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), de las que aseguró que se encaminan hacia un intercambio de ofertas antes de fin de año, y consideró que llevarlas a buen puerto será “un gran paso hacia una mayor cooperación” entre ambos bloques.