El Papa elogia a misiones jesuitas en Paraguay

El Papa elogia a misiones jesuitas en Paraguay

(foto AP)
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El papa Francisco equilibró su disculpa por los crímenes que cometió la Iglesia católica contra los indígenas durante la conquista de las Américas en la época colonial, con elogios a las misiones Jesuitas en Paraguay que trajeron el cristianismo así como una educación y una organización económica de estilo europeo a los pueblos autóctonos.

El pontífice, jesuita argentino, encomió las “Reducciones” jesuitas, el nombre dado a las misiones en Paraguay, como un experimento social y económico casi utópico, uno que fue inmortalizado en la cinta “La Misión” de 1986.

Francisco dijo el sábado que “Paraguay es conocido en el mundo por haber sido la tierra donde comenzaron las Reducciones, una de las experiencias de evangelización y organización social más interesantes de la historia”.





“En ellas, el Evangelio fue alma y vida de comunidades donde no había hambre, ni desocupación, ni analfabetismo, ni opresión. Esta experiencia histórica nos enseña que una sociedad más humana también hoy es posible”.

Los jesuitas fundaron las misiones paraguayas en los siglos XVII y XVIII como una alternativa al sistema colonial de encomienda, en el que el rey de España otorgaba tierras en territorios conquistados a quienes se asentaran en ellas. Esas personas tenían indígenas habitando el lugar y trabajando las tierras. Las misiones eran relativamente autónomas de los gobernantes españoles, con la intención de proteger a los guaraníes de los abusos de los encomenderos, quienes querían a los indígenas como mano de obra.

Las misiones estaban bastante defendidas —los jesuitas crearon las milicias guaraníes— y funcionaban bien económicamente, porque los jesuitas enseñaron a los guaraníes a tener propiedades individuales y comunitarias para la manutención de las familias de quienes no pudieran sustentarse por ellos mismos, según “Los Jesuitas en América Latina: 1549-2000”, la historia de la orden en el continente escrita por el historiador Jesuita, el reverendo Jeffrey Klaiber.

A diferencia de las misiones en otros lugares de América, donde eran constantes las rebeliones indígenas en contra de los misioneros, no hubo tales levantamientos en Paraguay por parte de los guaraníes, escribió Klaiber.

Francisco citó la experiencia de las misiones paraguayas como un ejemplo del tipo de sistema económico y social que cuida el bien común en lugar del interés individuales, y crea una sociedad incluyente en la que no se margina a los pobres. Es el tipo de sistema financiero en el que el papa ha insistido en repetidas ocasiones para corregir el “perverso” sistema financiero global existente, y en especial en este peregrinaje por tres naciones de América del Sur.

“Cuando hay amor al hombre, y voluntad de servirlo, es posible crear las condiciones para que todos tengan acceso a los bienes necesarios, sin que nadie sea descartado”, recalcó.

Francisco hizo estas declaraciones apenas días después de que emitiera una extensa disculpa por los pecados y “crímenes” cometidos por la Iglesia católica en contra de los pueblos indígenas del continente, gesto que suscitó un sonoro aplauso entre una multitud de grupos indígenas y civiles en la vecina Bolivia. En contraste, las declaraciones del pontífice del sábado sobre las misiones jesuitas, fueron recibidas con silencio en una reunión similar de grupos indígenas y organizaciones no gubernamentales en Paraguay.

Ricardo Pavetti, miembro de la Academia Paraguaya de la Historia, dijo que a la postre los jesuitas fueron expulsados por los españoles de Paraguay a mediados del siglo XVIII, precisamente porque sus misiones eran exitosas económica y militarmente. Dijo que las misiones no eran democráticas y por momentos eran “despóticas”, pero los misioneros jesuitas fueron hombres altamente capaces que enseñaron a los indígenas oficios, así como a leer y escribir.

“A la distancia, los jesuitas crearon algo así como, usando una metáfora, una república comunista cristiana”, dijo Pavetti a The Associated Press. “Parece un contrasentido, pero es la mejor ilustración para entender algo que ocurrió hace mucho tiempo”. AP