El Eurogrupo elegirá mañana a su presidente entre De Guindos y Dijsselbloem

El Eurogrupo elegirá mañana a su presidente entre De Guindos y Dijsselbloem

(foto EFE)
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El Eurogrupo tiene previsto elegir mañana quién será su presidente durante los próximos dos años y medio, cargo al que aspiran el actual presidente, el holandés Jeroen Dijsselbloem, y el ministro español de Economía, Luis de Guindos.

La votación forma parte de la agenda de la tercera reunión que celebran los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro desde el pasado sábado, un encuentro que volverá a estar centrado en Grecia.

La delicada situación que atraviesa Grecia y las intensas negociaciones que mantiene en las últimas semanas con sus socios ya llevó a retrasar el 17 de junio la elección, debido a que en aquel momento el caso griego requería “toda la atención”, en palabras del propio Dijsselbloem.





Pese a que el vendaval griego no ha amainado, sino todo lo contrario, la proximidad del fin del mandato del holandés apunta a que no se volverá a retrasar la votación, aunque cabe la posibilidad de que un cambio sea decidido en el último momento, explicaron a Efe fuentes diplomáticas.

Apenas 24 horas antes del encuentro, ninguno de los dos candidatos, ni tampoco sus homólogos han hecho referencia pública a la elección, de cuyo proceso se desconocen los detalles.

España ha solicitado que la votación sea “transparente”, según otras fuentes consultadas, aunque unas terceras apuntan a que en principio lo más probable es que se haga con papeletas y urna, lo que supondría un respaldo secreto.

Los apoyos de uno y otro candidato se mantienen inciertos, dado que, en palabras de De Guindos, estos “se tienen, pero no se cuentan”.

La canciller alemana, Angela Merkel, sí aseguró en público que su país daría su respaldo al candidato español, pero las otras han guardado silencio.

El ministro finlandés de Finanzas, Alexander Stubb, recalcó hoy que Dijsselbloem es “extremadamente bueno” y está conduciendo las negociaciones con Grecia “muy bien”, un proceso que está marcando su legado al frente del Eurogrupo.

Dijsselbloem preside desde enero de 2013 este órgano informal, en el que se reúnen los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro para debatir las cuestiones macroeconómicas, financieras y monetarias de mayor importancia para los países.

El ministro de Finanzas de Holanda fue el único candidato que se postuló para suceder al veterano luxemburgués Jean-Claude Juncker, que ahora preside la Comisión Europea, y logró el voto favorable de todos los miembros del Eurogrupo salvo España.

El holandés, cuestionado en sus inicios por su poca experiencia política europea, cambió hacia un estilo más directo y pese a los errores cometidos en las negociaciones del rescate financiero a Chipre, ha ido ganando una mejor consideración de sus socios.

A pesar de pertenecer al grupo socialdemócrata europeo, es un firme defensor del rigor presupuestario y apuesta por la política de austeridad de su antecesor, lo que crea ciertos recelos incluso entre miembros de su propia familia política.

De Guindos, por su parte, pertenece a la familia conservadora, que ya acumula cargos como la presidencia de la Comisión Europea y la del Consejo Europeo.

Cuenta también con la particularidad de ser ministro de un país que no es triple AAA (calificación máxima de las agencias de crédito) y que, además, sufrió el acoso de los mercados durante la crisis del euro, en la que tuvo que solicitar un programa de asistencia financiera para sanear su banca.

El rescate pactado en 2012 puso a la disposición de España hasta 100.000 millones de euros, de los que finalmente se utilizaron 41.333 millones de euros para su banca en dificultades.

España esgrime el argumento de que el nombramiento de De Guindos sería un paso más en el reconocimiento de los esfuerzos acometidos por el país en forma de reformas y ajustes, lo que le permitió abandonar el programa sin más medidas de apoyo.

El titular español de Economía consideró en su carta de candidatura que es mejor que sea presidente del Eurogrupo “el ministro de un país que ha estado al borde del colapso y que ahora crece el doble que la zona del euro”.

Su nombramiento, a los ojos de España, también respondería a la necesidad de que el país recupere el peso perdido en el reparto de cargos comunitarios en los últimos años de la crisis. EFE