Ser policía es una profesión compleja y peligrosa. En sus espaldas llevan no solo el peso de brindarle seguridad del resto de la ciudadanía, sino también de resguardarse a sí mismos, pues en los últimos tiempos la criminalidad no ha respetado el estado de derecho ni el uniforme, según lo reseña el-nacional.com
Por Johangely Bolívar
En lo que va de año se han registrado numerosos casos de asesinatos a funcionarios policiales, en todo el país. Tan solo en la Gran Caracas 77 funcionarios policiales han perdido la vida de manera violenta.
Las policías municipales, regionales, nacionales, militares y hasta la científica han aportado nombres a la lista de caídos a manos de delincuentes que, en varios casos, han usado incluso armas de guerra para cometer los homicidios.
En su mayoría los oficiales han sido interceptados para robarles el arma reglamentaria y la moto que generalmente conducen. Además de los robos, los policías han muerto por ajustes de cuentas, venganza o durante enfrentamientos con delincuentes.
Las tres víctimas más recientes pertenecían a la Dirección General de Contrainteligencia Militar, Polizamora y Polipazcastillo, respectivamente.
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