Cuando una persona decide utilizar la huelga de hambre como medida de protesta el cuerpo se degrada de forma progresiva. Si no es muy larga, los daños no serán graves. Pero al ser un ayuno prolongado (a partir de una semana), la destrucción del organismo puede ser irreversible. Escrito por Isaac González Mendoza – El Nacional
Jesús Barrios, médico internista y cardiólogo del Centro Médico Loira, explicó que el cuerpo consumirá primero los azúcares que tiene reservados a partir de 24 horas sin alimentarse. Luego empezará a valerse de las grasas para utilizarlas como energía, lo que ocasionará una constante pérdida de peso.
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