Inseguridad agobia a usuarios de unidades de transporte público en Upata

Inseguridad agobia a usuarios de unidades de transporte público en Upata

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El transporte público en las diferentes parroquias que conforman el municipio Caroní, estado Bolívar, está catalogado como pésimo, a pesar de la dotación de unidades por parte del gobierno bolivariano, la crisis a la hora de requerir este servicio sigue siendo una odisea. A esto se le suma, el grave problema de la inseguridad, la cual sigue incrementándose en microbuses y las mal llamadas “perreras”, los cuales son los encargados de trasladar a la gran cantidad de personas que habita en Ciudad Guayana. NPG

Diferentes alcabalas, colocadas por los distintos organismos de seguridad, se encuentran en los sectores de Puerto Ordaz y San Félix, sin embargo los delincuentes saben dónde y cómo actuar. Pues no son “tontos”, para cometer sus fechorías cerca de un puesto policial. Entre otras cosas, los amigos de lo ajeno suben a las unidades de transporte público utilizando diferentes “modus operandis”. Entre los que resalta, “la colaboración”, varios sujetos abordan los microbuses y comienzan la “pedidera de plata”. “Buenas tardes señores pasajeros, esto no es un atraco, no piensen que los vamos a robar, lo que necesitamos es su valiosa colaboración”. Entre tanto el hampón, se levanta la franela y muestra la cacha de su arma de fuego, lo que pone en sobre aviso a los presentes.

Seguidamente el malhechor, informa  a los pasajeros la tarifa de la “colaboración”. La cual varía entre los grupos delictivos que se encuentren “de turno”, desde veinte hasta cincuenta bolívares exigen los antisociales. Rosa Medina, una de las afectadas, quien se encontraba en la parada de la Torre Caura de Alta Vista, indicó, “uno tiene que salir con cien bolívares de su casa, para dárselo a los delincuentes, pues si tomas dos autobuses te toca dar dos colaboraciones”. Esto según opinó Medina, descompleta su quincena, causando un desajuste en su presupuesto mensual. “A parte de la crisis económica que estamos viviendo, nos toca pagarle a los malandros para que no nos roben”, acotó.

Entre tanto Rosa Figueredo, relató que muchas veces los “choros” van directo al grano, “epale mi gente, ¿tienen platica?, vayan sacando algo pues, claro si no quieren que los roben”, así gritan los antisociales para amedrentar a sus víctimas, quienes inmediatamente sacan de sus carteras y bolsillos el “dinerito”. Keyla Maldonado, quien es originaria de Barinas, tiene varios años residenciada en Ciudad Guayana, sin embargo informó que en estos últimos años se ha querido regresar a su tierra, debido a la ola criminal que se ha desatado últimamente. “Varias veces me han robado, saliendo de mi casa, en los microbuses, un día de estos me va a tocar salir desnuda, es la única forma que no me roben nada”, puntualizó.

“Cantan la zona”

Los maleantes tienen todo “fríamente calculado”, pues actúan entre tres o cuatro sujetos, quienes abordan los autobuses, ubicándose en puestos estratégicos. Dos se suben por la puerta de entrada y dos por la parte de atrás, normalmente uno se queda en la puerta y otro en el centro, “cantando la zona”, pendiente de alguna unidad policial o de cualquier pasajero que se quiera pasar de listo. Esperan un sitio no muy transitado y en segundos comienzan a implementar su “jugada de la llamada colaboración”, después que tienen el dinero en mano, le exigen al conductor que detenga el microbús y salen en veloz carrera.

Entre otros métodos empleados por los delincuentes, está el “robo bajo amenaza de muerte”. En este caso, los malhechores sacan su arma de fuego, apuntan a los pasajeros y comienzan a pasar “raqueta” por los asientos. Los teléfonos celulares son los más buscados por los “choros”, así lo señaló Roberto Aquino, quien utiliza diariamente los autobuses que cubren la ruta Alta Vista – Los Olivos, para dirigirse a su lugar de trabajo. “Yo fui víctima del hampa, tres sujetos se montaron en el bus y con pistola en mano nos dijeron a todos entreguen lo que tengan, no escondan los teléfonos, que eso es lo que queremos”, detalló Aquino.

“No se ve ni la sombra de los policías”

Otra de las zonas acechadas por los delincuentes, es la pasarela de Dalla Costa, la cual es utilizada para cometer los actos delictivos. Mientras los usuarios esperan un autobús, muchas veces son atracados, en otras ocasiones los maleantes esperan la llegada de las unidades de transporte para subir a robar. Anteriormente en este peligroso sitio había un puesto policial,  pues siendo uno de los puntos más utilizados para delinquir, los cuerpos policiales decidieron colocar vigilancia policial permanente. Sin embargo desde hace algún tiempo, “no se ve ni la sombra de los policías”, así lo aseguró Gabriela Betancourt, quien reside en el sector Campo Rojo y diariamente asiste  a la mencionada parada, donde aborda un autobús que la lleva hasta Alta Vista, lugar donde trabaja.

Darcit Lezama, otra afectada por la inseguridad puntualizó, “esto es horrible, a uno le da miedo salir a la calle, aquí no hay seguridad policial”. Carmen Girón, otra de las residentes del sector señaló que debe existir más patrullaje policial. “A parte de que el transporte es pésimo, vivimos asustados por estar a manos de los delincuentes”, aseveró Girón.

Gladimir Silva, quien estaba en la popular parada de la pasarela de Dalla Costa, opinó que no ha sido víctima de robo a mano armada, sin embargo ha tenido que “colaborar” con los maleantes para no ser robada. “Ellos entran tranquilamente al bus, a veces piden colaboración para niños enfermos, adultos, entre otras cosas, que para muchos es difícil creer, pues sabemos cómo esta todo en este país”. Eso hace que muchas veces, la gente que realmente necesita una colaboración no la reciba, pues los amigos de lo ajeno se han encargado de poner a los usuarios a dudar.

La pasarela de Dalla Costa, es un sitio utilizado como “vía de escape”, de los malhechores, quienes a través de un pequeño pasadero ubicado al comenzar el puente sentido San Félix – Puerto Ordaz, huyen en veloz carrera e ingresan al sector Campo Rojo o  cruzan hacia Sabana de Piedra, donde residen la gran mayoría de los que operan en la mencionada parada.

Se resistió a un robo

Entre lo difícil y lo trágico de ser víctima de un robo, está el hecho donde los nervios muchas veces traicionan a las personas, o en tal caso la valentía los hace estar al borde de la muerte al enfrentarse a los hampones. Tal fue el caso ocurrido el 28 de mayo, donde Nelly García resultó herida de manos de dos maleantes, quienes se montaron en la unidad colectiva y a punta de pistola, comenzaron a despojar de sus pertenencias a todos los usuarios. Mientras todos sin titubear entregaban sus objetos de valor y dinero en efectivo, Nelly, no pensaba entregar lo que con esfuerzo y trabajo le había costado conseguir. Cuando uno de los delincuentes se le acercó y le exigió que entregara todo lo que tenía, Nelly se opuso rotundamente, lo que enfureció a uno de  los malhechores, quien al ver la actitud de la mujer le disparó. Un impacto de proyectil se alojó en el hombro derecho de Nelly, a quien paramédicos del servicio de emergencias Bolívar 1-7-1 trasladaron hasta el hospital Dr. Raúl Leoni Otero de Guaiparo, donde fue atendida por los galenos de guardia.

Usuarios hicieron un llamado a las autoridades policiales, con el objetivo de que les garanticen seguridad tanto en las paradas, como dentro de las unidades de transporte público. Resaltaron que es necesario que exista una coordinación efectiva por parte de los diferentes cuerpos de seguridad que conforman el estado Bolívar, entre ellos Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Policía del Estado Bolívar (PEB) y Policía Municipal de Caroní (PMC), quienes son los que por lo general, velan por la seguridad de la ciudadanía.

Debe estar atento

Antes de montarse en un autobús, coloque su teléfono celular en silencio, de esta forma evitará sacarlo en el trayecto a su destino.
Procure llevar el pasaje en la mano, así no tendrá que abrir la cartera en medio de la gente.
Este alerta, cuando vea alguna actitud sospechosa, ante cualquier situación no oponga resistencia, para no poner su vida en peligro.
Utilice las rutas más cortas para llegara a su destino, de esta manera evitara pasar por las zonas más peligrosas.
Trate de utilizar las paradas, que estén bien iluminadas y sean las más utilizadas por todos los usuarios.

 

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