La compra de alimentos y productos de primera necesidad se ha convertido en un dolor de cabeza para los residentes de la región insular y sus visitantes. Desde el Gobierno nacional se han aplicado varios mecanismos con la finalidad de regular las ventas y mitigar a los famosos “bachaqueros” quienes han afectado el bolsillo de los ciudadanos al revender los productos. Sol de Margarita
Desde hace meses la mayoría de los supermercados de la región insular han aplicado un cronograma de ventas ajustado al terminal de la cédula de cada persona. Esta acción ha logrado que las colas no sean interminables, pero los usuarios reclaman que ha limitado la capacidad de abastecimiento de sus alacenas.
Norelys Moreno, de Apostadero, reclamó que no ha comprado varios alimentos pues están a la venta cuando no le toca comprar. “Aquí hay mucha vagabundería. Los padres de familia no pueden comprar si no les toca pero los bachaqueros entran rapidito. Hay complicidad entre los gerentes y trabajadores de los supermercados privados y del Estado con los revendedores”.
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