Las colas en Venezuela parecen ser un problema de nunca acabar. Cada vez son más notables los ciudadanos que día tras día permanecen estáticos en las afueras de los diferentes comercios de la localidad, y de la nación, para esperar por la adquisición de los diversos productos regulados que todavía no alcanzan para abastecer a la población. Eldrys Valenzuela/ NPG
No es de extrañar que entre los comentarios que se escuchan al caminar por las calles de Ciudad Guayana, ciudadanos se quejen por la escasez de harina de maíz, desodorantes, champú, desinfectantes, aceites y demás artículos de producción nacional que se utilizan para desempeñar diversas actividades del hogar y el trabajo, no obstante deben lidiar diariamente con los robos que se desarrollan en la entidad, los cuales, al igual que la carencia de alimentos, no disminuyen con el transcurrir de los días.
La opinión pública ha manifestado en diferentes oportunidades no estar de acuerdo con hacer las colas que se efectúan en supermercados, farmacias, frigoríficos, panaderías, entre otros comercios, pero no por ello dejan de agregarse a una cola en el momento que puedan “por necesidad” y este es el punto para que muchos guayaneses pasen más de ocho horas sentados o parados en una cola.
Se prendió la mecha
Todo inicia cuando el día anterior una persona adquiere el conocimiento, a través de las redes sociales o del murmullo vecinal, que al día siguiente van a vender cualquier producto de los que se encuentra escaso en la ciudad en un sitio determinado de la localidad, algunos de los lugares que se han hecho más populares por la venta de artículos son los diferentes comercios de Santo Tomé, Makro, Tú Cosmético, Farmatodo, Farmahorro, Locatel, almacenes como La Fuente, Duncan, entre otros.
En muchos de estos locales, sino todos, se han desarrollado episodios de violencia por razones distintas entre las colas. Surgen dentro de ellas la persona que se colea e inicia una discusión hasta que terminan agarrándose a golpes, otro de los detonantes es la eterna espera para comprar, que ha durado más de 24 horas; sin embargo una de las más recientes manifestaciones de agresión hacia los ciudadanos ha sido por parte de los efectivos de la Guardia Nacional (GN) y la Policía del Estado Bolívar (PEB).
Durante el pasado mes de abril tres mujeres acudieron a la sede de Nueva Prensa de Guayana mostrando golpes que les habían ocasionado en medio de una cola en el supermercado Santo Tomé de Los Olivos, una de ellas acudió al comercio a adquirir pañales para su bebé de un mes de nacida, otra se encontraba esperando dos paquetes de Ace, de un kilo cada uno, y una turba de malandros se le fue encima. Sin contar con los diferentes ataques que efectuaron los efectivos de verde en el comercio de venta de cauchos en esta semana, donde resultaron heridas varias personas por perdigonazos.
Si la violencia no explota por el lado de los funcionarios, los “bachaqueros” hacen el trabajo, aunque una persona, cuyo nombre prefiere mantener en anonimato, ha conocido de cerca la labor que realizan revendedores y funcionarios en conjunto para “estafar a la gente”.
Un dinerito extra
Como todo negocio que necesita protección para evitar ser saqueado o robado, los revendedores tienen un gran equipo, delincuentes y uniformados, pues para los “bachaqueros”, la mayor seguridad se la propinan los guardias o policías porque son ellos quienes “mantienen el orden” en el local comercial.
Al aterrizar en el lugar a las 8:00 de la mañana el número entregado es del 250, mientras que solo se tienen 149 personas adelante, y al menos 100 tickets permanecen ocultos para repartirlos a los “bachaqueros” que lleguen al sitio; si son diez que llegan a comprar, cada revendedor, proveniente de San Félix, adquiere 10 que le avalan su compra al momento de la adquisición. Con el transcurrir de las horas, los funcionarios de verde reparten otras papeletas anulando las anteriores, esto con la finalidad de “no permitir bachaqueros en el lugar”.
Después que estos compran se dirigen a San Félix a revender lo que pagaron en días anteriores, “la mayoría son mujeres” y se han visto en el sector de Bella Vista, de San Félix, expendiendo artículos regulados con más del 200% de ganancia,“un paquete de Ace de 2.7 kilos cuesta 75 bolívares, ellos lo venden en 500 y si les dan a cada uno 10 números ¿cuánto se ganan?” dijo añadiendo que este negocio “es un trabajo fácil”.
Por cada paquete de detergente en polvo vendido en 500 bolívares queda una ganancia de 425 bolívares y si un revendedor posee 10 tickets, esto implicaría la adquisición de 20 paquetes de detergente, ya que expenden dos por persona, casi al llegar al final de este ciclo, se obtienen 8.500 bolívares de “bonificación”.
“Esparcimiento”
Diferentes personas han informado que el “nido de malandros” que acompaña a los bachaqueros se encuentra custodiado por los funcionarios de la GN, pues algunos de los delincuentes que frecuentan los comercios, como “el Julio” líder de una de una banda de “bachaqueros”, acompañado de “el Enano”, con el objetivo de mantener el orden. Adicionalmente muchos de ellos se reúnen en el amplio estacionamiento del centro comercial para consumir diferentes sustancias estupefacientes.