Un tren de Amtrak que descarriló en una curva esta semana estaba acelerando justo cuando debería estar disminuyendo, dijeron investigadores el jueves.
La razón para eso se ha convertido en una incógnita central alrededor del accidente que costó la vida a ocho personas y envió a más de 200 al hospital la noche del martes, en el que es el accidente ferroviario más letal de la nación en casi seis años.
En el minuto previo al choque, el tren aceleró de 70 mph (112,5 kph) a más de 100 mph (160 kph) en una curva peligrosa en la que se supone que la velocidad máxima es de 50 mph (80 kph), dijo Robert Sumwalt, miembro de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB por sus iniciales en inglés). No está claro, señaló Sumwalt, si la velocidad fue incrementada manualmente por el maquinista Brandon Bostian.
Los investigadores no han encontrado problemas con la vía, con señalizaciones o con la locomotora. Sumwalt dijo que el tren, en ruta de Washington a la ciudad de Nueva York, estaba puntual en su recorrido cuando salió de la estación en Filadelfia unos minutos antes del descarrilamiento.
Los investigadores quieren saber por qué el tren iba tan rápido. Pero Bostian se negó a hablar con la policía el miércoles, dijeron las autoridades. El jueves, Sumwalt dijo que Bostian había aceptado ser entrevistado por la NTSB y que la reunión será en los próximos días.
Por separado, la oficina del fiscal de distrito en Filadelfia dijo que estaba investigando y decidirá si presentará cargos.
Mientras tanto, un despachador de Amtrak que resultó herido en el accidente presentó la que al parecer es la primera demanda relacionada al choque, en la que culpa a la compañía ferroviaria y exige una indemnización de al menos 150.000 dólares, dijo su abogado.
Amtrak, en un comunicado colocado en internet por su director ejecutivo Joseph Boardman, calificó el descarrilamiento como “una terrible tragedia” y dijo que estaba cooperando totalmente con la NTSB y respondiendo con cada recurso disponible.
“Amtrak se responsabiliza totalmente y se disculpa profundamente por nuestra participación en este trágico evento”, indicó el documento.
Robert Goggin, abogado de Bostian, dijo a ABC News que su cliente sufrió una conmoción cerebral en el choque, requirió 15 grapas en la cabeza y “no recuerda absolutamente nada” del choque. Goggin agregó que Bostian, quien vive en Nueva York, no estaba utilizando su teléfono celular, bebiendo alcohol o usando drogas al momento del accidente.
Luego de que el jueves aumentó la cifra de muertos con el hallazgo del que se cree es el último cadáver en uno de los vagones siniestrados, el alcalde Michael Nutter pareció nuevamente atribuir la culpa a Bostian, y cuestionó por qué el tren rodaba tan rápido.
“Pienso que cualquier persona racional, con sentido común no pensaría que estaba bien viajar a ese nivel de velocidad sabiendo que existía una restricción bastante significativa sobre qué tan rápido se podía ir en esa curva”, enfatizó Nutter. AP