Lapatilla
Postes de alumbrado público iluminados a plena luz del día
hacen recordar que en Valencia
hubo electricidad desde hace más de 100 años.
Es absurdo que la electricidad se derroche
iluminando dias que en toda Venezuela, y en Carabobo en particular,
disfrutan de luz solar de sobra.
Frente a la luz del sol, la generada por el hombre en nuestras calles
es no sólo derroche sino insulto,
al recordar las constantes fallas de ese servicio
que alteran la vida y el esfuerzo diarios de todos los ciudadanos
Es también una burla a los carabobeños el dinero que gasta
la estructura eléctrica en manos del Gobierno
para convencernos de la necesidad de ahorrar electricidad.
¿Cómo ahorrar lo que no se recibe completo?
El servicio eléctrico constante y confiable
lo iniciaron un siglo atrás, y lo desarrollaron,
carabobeños emprendedores y competitivos.
Servicio eficiente a los hogares y comercios,
y también a aquella gran industria que creció en Carabobo.
Pero el Gobierno decidió meter las manos
y logró lo inimaginable:
acabó con el desarrollo industrial carabobeño
al punto que es por la desaparición de las industrias
que hoy alcanza la electricidad por pedazos
para los valencianos.
Y puesto que además de darnos menos
electricidad y pedirnos que la ahorremos,
el Gobierno la derrocha donde no se necesita,
hay que preguntarse quién paga y cuánto cuesta
esa luz que a nadie alumbra en nuestras calles.
Carlos Lozano
Vzla: 04143482761