El exquisito cacao de Venezuela, codiciado hace siglos por los colonizadores y piratas europeos y ahora favorito entre los fabricantes más célebres del mundo, no podrá nutrir en el corto plazo las barras de chocolate que se producen fuera del país, reseña Reuters.
Las exportaciones de cacao del país sudamericano se han reducido drásticamente en los últimos cinco meses desde que el Gobierno socialista restringió la entrega de permisos a la mayoría de los productores locales para ventas al exterior, según la Cámara Venezolana del Cacao.
Las trabas burocráticas mantienen varadas en el país 5.000 toneladas de cacao de la cosecha que se recoge entre enero y febrero. La situación encendió las alarmas entre los chocolateros de Japón y Suiza, los principales compradores de este emblemático producto venezolano.
Empresas de ambos países, que compran cacao en la nación petrolera, ya se habrían quejado ante las embajadas del Gobierno de Venezuela por los retrasos.
“Están arruinando la reputación de Venezuela como exportador de cacao”, dijo el presidente del gremio, Alejandro Prosperi.
Venezuela, que restringió la venta de dólares a importadores y viajeros al ver caer este año en 60 por ciento sus ingresos en divisas por el desplome de los precios del petróleo -su principal producto de exportación-, también podría dejar de percibir 17,5 millones de dólares por la venta de cacao en 2015.
El país sudamericano exige tramitar licencias de exportación para la salida de productos con el objetivo de garantizar el abastecimiento local en medio de una creciente escasez por la restricción de importaciones.
No obstante, la falta de cacao venezolano no es una amenaza para los adictos al chocolate en el mundo, pues las cerca de 8.000 toneladas que salen de Venezuela representan sólo una fracción de las aproximadamente 4 millones de toneladas que requiere la industria del chocolate global.
Pero la demora de los despachos sí parece ser un dolor de cabeza para los chocolateros que hacen alarde del aromático cacao venezolano en los envoltorios de sus productos.
“Estamos tratando de ofrecer cacao de otros orígenes a nuestros clientes, pero no siempre funciona, por la fama y el perfil aromático del venezolano”, comentó un comerciante suizo que pidió no ser identificado y que espera por 75 toneladas bloqueadas en Venezuela.
“Si el cacao no llega se pudrirá y vamos a tener que esperar a la próxima cosecha”, dijo.
El Gobierno no respondió a solicitudes de información.