Pablo Sandoval enfrentará el “encuentro” más polémico de su aún naciente carrera. Y no, por primera vez no se debe a sus supuestos problemas de sobrepeso o los recientes comentarios acerca de su salida de los Gigantes de San Francisco, pero sí uno que podría afectar, considerablemente, su condición anímica y económica.
El pelotero nacido en Puerto Cabello fue notificado, el sábado, que su esposa, Dilia Yelitza Lamas de Sandoval, introdujo una demanda de divorcio en la ciudad de Miami, en el condado Dade.
Según el abogado de la cónyugue de Sandoval, la nueva estrella de los Medias Rojas de Boston, se “desentendió de la manutención de su hija de 8 años”, producto del matrimonio que tuvo Lamas con el criollo en enero de 2007.
Una fuente cercana a Pablo Sandoval desmintió la afirmación, asegurando que, según un acuerdo previo en el divorcio de ambas partes se arregló que el pelotero pasara una suma de dinero que, para la actualidad, es muy baja para las condiciones en las que su aún esposa e hija viven en Puerto Cabello.
“Sandoval, en el año 2011 introdujo en la ciudad de Barquisimeto una demanda de divorcio a espaldas de Dilia, lo cual es ilegal por tres razones: Primero, no puede demandar sin que la otra parte pueda defenderse, como lo estipula la ley. Segundo, Lamas jamás firmó algún documento que apoyara la demanda de divorcio”, comentó el experto en leyes, que desde hace tres años trabaja en el caso de la madre de la hija del tercera base.
“Y tercero, lo hizo en una localidad donde jamás vivieron y, como estipulan las leyes venezolanas, los divorcios deben introducirse en alguna localidad donde ambas partes hayan convivido, o que demuestre que tuvieron algún bien en alquiler o compra. Ellos (Sandoval y su actual esposa) jamás estuvieron ahí”.
Vía Panorama.