Los cuerpos de cinco bebés muertos fueron encontrados este jueves en una casa en el suroeste de Francia, en lo que parece ser uno de los casos más graves de infanticidio en los últimos años en el país, dijo una fuente cercana a la investigación.
El primer cuerpo de un recién nacido fue encontrado en una bolsa isotérmica por el padre. Después, los gendarmes “descubrieron durante la investigación los cuerpos de otros cuatro bebés” en el congelador de una casa en la localidad de Louchats, cerca de Burdeos.
La madre, de 35 años, que habría dado a luz en su domicilio, fue hospitalizada en Burdeos y será sometida a exámenes ginecológicos y psiquiátricos, mientras que el padre, de 40 años, está bajo custodia.
La pareja tiene dos hijas de 13 y 15 años, y se dedicaba, según las primeras informaciones de la investigación, a labores agrícolas y tenían, aparentemente, una vida normal.
AFP