“Rateros” mantienen en zozobra a comerciantes de mercado El Gallo en San Félix

“Rateros” mantienen en zozobra a comerciantes de mercado El Gallo en San Félix

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Incesantes son las denuncias por los constantes hurtos y robos que se suscitan en el mercado El Gallo, en San Félix. Los comerciantes cansados de que los cuerpos policiales hagan caso omiso a sus solicitudes, denunciaron abiertamente la situación que los mantiene angustiados y sin poder trabajar a plenitud. Anamer S. Chirinos/ NPG

La calle Antonio de Berrío, en donde se encuentra ubicado este concurrido mercado, está llena de historias, sin embargo, los vendedores que hacen vida en el sitio sólo manifiestan su malestar por la inseguridad y la escasez de productos. Afirman que ambas situaciones se han unido para crear un ambiente crítico.

“Ochos veces en tres años” contestó rotundamente Francisco Rodríguez al momento que se le preguntó cuántas veces ha sido víctima de robo en su negocio. “La última vez fue en noviembre, abrieron la puerta, rompieron los cilindros, hacen destrozos, por la manera en que hacen las cosas son puros rateros”.

Rodríguez, dueño de un local de venta de productos agropecuarios y para mascotas, confesó que en ocasiones lo que más molesta del acto vandálico son las reparaciones. “Es tan común y tan frecuente que lo hagan, a veces no se llevan casi nada y se gasta más en arreglar y reforzar el lugar por el que ingresaron al negocio, causan demasiado malestar”.

El mercader indicó que continúa con su labor porque nunca le han robado toda la mercancía. “Gracias a Dios me dejan algo para trabajar, se sabe que los que cometen estos crímenes son los ‘borrachitos’ que se la pasan por este sector”.

Otro comerciante que se ha visto seriamente afectado es José Martínez, dueño del local que violentaron para ingresar a Inversiones Solís el pasado 11 de febrero. Denunció que ya están cansados de los robos. “Esto ha pasado más de 40 veces, ya saben cómo abrir los huecos, esta vez no se conformaron con abrir mi negocio sino que entraron para perforar la pared del local vecino”.

Martínez mostró al equipo reporteril de este medio cómo los delincuentes realizan las increíbles hazañas para lograr ingresar a los comercios. “Abrieron un hueco arriba y con una cuerda bajaron hasta mi negocio para luego perforar la pared y robarse la mercancía de los jóvenes, de aquí se viven llevando sacos de alimento”.

El negocio de venta de pollos y alimento para aves de Martínez cuenta con múltiples reparaciones visibles en su infraestructura. Junto a él, los dueños de locales del mercado El Gallo afirmaron que “por ahí todo el mundo sabe quiénes son los ladrones, pero nadie se atreve a decir nada porque todos están bajo amenaza”.

“Sin ley”

El dueño de una frutería ubicada en este mercado, José Betancourt, aseguró que el sector completo es “un pueblo sin ley”. “Hace un mes me intentaron robar el trasformador de luz, aquí actúan cuando cae la noche, por eso todos buscan cuidarse como pueden; además, me atrevo a decir que por El Mayorista es mucho peor que aquí”.

Por su parte José Guerra, propietario de una pequeña bodega, apuntó que hace 20 años la situación era diferente. “Yo tenía un comercial surtido, preparado, pero ahora sólo me queda esto, prácticamente vivo de vender dos o tres productos, los constantes robos y la escasez nos ha limitado y encerrado”.

Notificó que las veces que han violentado su lugar local pican, rompen y hasta queman para poder ingresar. “La pared con mandarria, las cabillas con cizalla y lo de quemar simplemente lo hacen por pura maldad, aquí se han metido hasta tres veces en menos de 15 días”.

Guerra señaló que la situación del mercado es insostenible. “Esto es un ‘bandalaje’, no es ni la sombra, hasta los chinos se están yendo poco a poco porque es imposible trabajar, lo poquito que nos permite conseguir la escasez nos lo roban los rateros”.

La vigilancia cuesta

El ciudadano Francisco Rodríguez exhortó a las autoridades competentes a que se encarguen de solucionar la problemática que los afecta, sin solicitar un pago a cambio. “Se les pide que trabajen, por aquí sólo pasan los policías para pedir dinero para poderte cuidar el negocio, como que si ya no se pagara impuesto en este país”; observación a la que se unieron José Betancourt, José Martínez y Guerra, asegurando que el patrullaje policial es simplemente insuficiente en el mercado El Gallo y sus alrededores, recordándoles que la inseguridad se vive a cualquier hora del día.

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