Petróleos de Venezuela (PDVSA) quedó bajo la lupa de las autoridades financieras estadounidenses, luego de que el departamento del Tesoro encontrara a la empresa estatal inmersa en una gran operación de lavado de dinero, dictamen que podría tener graves repercusiones en las futuras operaciones del principal pilar económico del país sudamericano.
Por Antonio María Delgado / El Nuevo Herald
Un pronunciamiento del Financial Crimes Enforcement Network (FinCEN), unidad antilavado de dinero del Departamento del Tesoro, reveló que la empresa estatal se encuentra inmersa en actividades delictivas tras lavar cerca de $2,000 millones a través de Banca Privada d’Andorra (BPA), una de las cinco entidades financieras que operan en la pequeña nación europea.
La red de lavado de PDVSA operaba a través de empresas fantasmas con la colaboración de un alto ejecutivo de BPA, a quien se le pagaban “exorbitantes” comisiones para procesar las operaciones con dinero “derivado de la corrupción”, dijo el FinCEN en un comunicado.
Además de dinero sucio proveniente de Venezuela, BPA también lavaba dinero de la mafia rusa y de una red criminal china que operaba en España, agregó el comunicado.
El BPA fue intervenido esta semana por las autoridades de Andorra.
“Gerentes corruptos de alto rango del BPA y los débiles controles contra el lavado de dinero han convertido al BPA en un mecanismo de fácil uso para lavadores de dinero para canalizar los recursos del crimen organizado, la corrupción y del tráfico humano a través del sistema financiero de Estados Unidos”, declaró la directora del FinCEN, Jennifer Shasky Calvery, al hacer el anuncio.
El BPA tenía el perfil ideal para atraer a las organizaciones delictivas deseosas de lavar dinero, dijo en Miami Kenneth H. Thomas, asesor especializado en regulación bancaria.
“De cierta manera este era el banco perfecto. Es un privado banco pequeño, que operaba en un país pequeño que operaba en euros pero no forma parte de la Unión Europea, y no estaba sometido a las rigurosas regulaciones de la UE”, comentó.
Aun cuando el dictamen se centra en las operaciones del BPA, el pronunciamiento deja al descubierto de que altos funcionarios del régimen de Nicolás Maduro han estado utilizando a PDVSA para lavar fondos derivados de la corrupción y de otras actividades ilícitas.
Personas cercanas a la situación dijeron a El Nuevo Herald que las operaciones de lavado no han pasado desapercibidas para los organismos de seguridad de Estados Unidos y que varios de ellos están investigando la posibilidad de que PDVSA esté siendo utilizada para blanquear fondos del narcotráfico y del terrorismo.
Joseph Humire, director ejecutivo del instituto de investigaciones Center for a Secure Free Society (SFS), dijo que PDVSA se ha convertido en una pieza muy importante de la red establecida por Irán y el Hezbolá para legitimar sus fondos.
“Esto está comprobado. Se han detectado ciertas cuentas binacionales, entre Irán y Venezuela, vinculadas con contratos energéticos, que han estado siendo usadas para este fin”, dijo Humire, quien describió el fenómeno en el libro Reconceptualizing Security in the Americas in the Twenty-First Century, en el que participó junto con más de una docena de expertos.