Un vendedor de globos se desplazaba este lunes por la plaza Bolívar de Porlamar, con una colorida mercancía que a esa hora de la tarde se estaba quedando “fría” a falta de clientela. Literalmente su ánimo se había desinflado… y es que más triste y desolada no podía lucir este lunes de Carnaval la ciudad más comercial de la isla de Margarita, publica El Sol de Margarita.
Ni turistas, ni residentes se agolparon en las tiendas. Tampoco recurrieron a la economía informal, a excepción de contadas personas que se detuvieran a comprar el agua o los refrescos para mitigar la sed o frutas vendidas en carretillas.
En el centro de este gran polo comercial la mayoría de los establecimientos cerró a la una de la tarde, y al promediar las 2:30 p.m. hasta los buhoneros y perrocalenteros recogían sus macundales, con esa sensación de haberse movilizado “en balde” hasta el lugar.
Pocos trabajan hoy
En medio de la soleada tarde, buhoneros lo decretaron de inmediato. “Mañana (hoy) no vendremos. ¿Para qué? Mejor agarro mis muchachos y me los llevo para el Carnaval de Las Barrancas”, dijo Alexander González, vendedor de perros calientes en puesto diagonal al parque Fray Elías Sendra.
Expresó la necesidad de que se retomen los Carnavales Turísticos de Mariño, porque aun cuando la gente diga lo contrario, motivaba a visitar la Isla y se movían un poco más las ventas. “¡Ufff!, la diferencia es total”, comentó, con cierta añoranza.
En pleno bulevar Gómez también Luz Marina Chasoy, buhonera, recogía su mercancía, con una colección modesta de ropa de niñas y niños que colocaba en un cajón de madera rodante. “Los pocos clientes que vinieron no vendrán este martes de carnaval, de manera que mejor me quedo en mi casa”, dijo.
Al sacar los costos dijo que prefiere esa opción, antes que trasladarse hasta el centro de Porlamar sin la certeza de que “resolverá” el día.
-Imagínese, por rodar este carrito hasta el depósito, varias cuadras arriba, me cobran 80 bolívares diarios, y por el alquiler del depósito Bs 500 semanales. Además la mercancía está cada vez más cara y es mejor entonces ahorrarnos la molestia de venir al centro.
Yanet Escalona