Venta de leche en polvo desata el caos en San Cristóbal

Venta de leche en polvo desata el caos en San Cristóbal

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Una situación tensa se vivió este sábado en un supermercado de la ciudad de San Cristóbal, ubicado en La Concordia, cuando cerca del mediodía cerró sus puertas y dejó a cientos de personas esperando por ingresar para adquirir leche La Campiña (presentación en lata). El desespero de la gente hizo necesaria la presencia de los cuerpos de seguridad como PNB y GNB, en aras de mantener el orden público y evitar posibles disturbios, publica La Nación.

De acuerdo con la versión de los consumidores, el anhelado producto de la cesta básica se comenzó a vender desde el pasado viernes, condicionando la venta a dos latas por persona. Ese mismo día se repartieron aproximadamente 500 números para el día siguiente (sábado). No obstante, hubo gente que llegó desde las tres de la mañana para hacer la cola, una hilera kilométrica que se unió a la de otro comercio del sector.





—Yo estaba con mi bebé de seis meses y no alcancé a comprar leche porque cerraron a las seis de la tarde. La gente se molestó y empezó a formarse un alboroto, incluso a una señora un motorizado le quitó las bolsas y la dejó en el piso. Con esa corredera yo me fui y vine hoy (sábado) sola, pero tampoco alcancé a comprar porque no sabía que habían repartido número. Pero la cola llegaba casi hasta Villa San Cristóbal, dijo Amanda

En efecto, la fila de gente parecía un largo gusanito o asemejaba la forma de un laberinto; incluso en la avenida se apostaron varias personas y el tráfico quedó prácticamente paralizado. Todos estaban a la espera de que volvieran a abrir las puertas, pero no fue así, pese a los gritos y abucheos de las personas. Tampoco surtieron efecto los golpes dados a los carritos de supermercado, con los cuales se formó una barrera para mantener a distancia a la gente.

—No es justo que vendan dos latas por persona, así no alcanza para todos. Y si de verdad la leche se acabó, pues que abran para comprar otras cosas, pero lo que dicen es que no hay nada. Entonces que venga la Defensoría del Pueblo y constate si hay o no productos. Estamos aquí desde la madrugada y no es justo esta perdedera de tiempo—comentó muy molesta la señora Guillermina.

Entretanto, los efectivos policiales y castrenses custodiaban el lugar e informaban a los consumidores que no había nada y el comercio cerraba por el día de hoy. Como a las 12:14 p.m., dos trabajadores del supermercado salieron a colocar avisos en la entrada y estacionamiento, que decían: “El inventario de leche ha sido agotado”, mientras la gente les gritaba vendidos y los pitaban. 

Poco después, los empleados del establecimiento fueron saliendo, en pequeños grupos; las personas seguían gritando cosas y abucheándolos. A medida que salían para marcharse, la gente se iba dispersando del lugar. “No van a abrir, miren: cerraron con candado. Perdimos la madrugada”, decía un señor en medio de su grupo familiar.

Se trató de contactar en el sitio a alguna autoridad que pudiera informar de la situación, pero nadie estaba autorizado. Tampoco fue posible establecer comunicación con algún encargado del supermercado.

Colas por papel y detergente

Las colas estuvieron a la orden del día este sábado, en los supermercados donde había productos que generalmente cuesta conseguir.

En otros establecimientos de la ciudad, el panorama fue similar en cuanto a las colas. Al parecer llegaron algunos de los productos regulados que mayor demanda presentan en el área de limpieza y aseo personal como papel higiénico, detergente y suavizante, también se pudo observar la venta de pañales (generalmente tallas grandes), azúcar, aceite Vatel, harina Pan y compotas, entre otros.

En un supermercado de la parte alta de la ciudad, la cola salía hasta la calle y seguía cuesta arriba. Estaban vendiendo dos bolsas de detergente Las Llaves así como dos panelas de jabón de la misma marca, cuatro compotas, dos paquetes de papel higiénico (presentación de cuatro rollos) y dos bolsas de café Concafé de un cuarto de kilo cada una.