El Gobierno de Cuba ha liberado ya a “algunos” de los 53 prisioneros políticos que se comprometió a poner en libertad en el marco del acuerdo que permitió la entrega de tres espías cubanos presos en Estados Unidos, aseguró hoy el Departamento de Estado estadounidense. EFE
“Ha habido ya algunos prisioneros políticos liberados”, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, en su conferencia de prensa diaria.
Psaki se negó a proporcionar detalles sobre el número o la identidad de los presos liberados debido a que el Gobierno de Barack Obama, que elaboró en solitario la lista de los 53 prisioneros políticos y pidió su liberación, ha decidido mantenerla en secreto.
La portavoz defendió la decisión de no publicar la lista, pese a las peticiones de transparencia y acusaciones de secretismo hechas por sectores de la disidencia cubana, porque EE.UU. “no está tratando de poner una diana más grande en los disidentes cubanos, sino que quiere conseguir que los liberen”.
El pasado 17 de diciembre, el presidente de Cuba, Raúl Castro, anunció que su Gobierno había decidido liberar a una serie de reclusos en los que EE.UU. “había mostrado interés”, aunque no especificó ni cuántos eran ni de quién se trataba.
La medida, dijo, se tomaba “de manera unilateral, como es nuestra práctica y en estricto apego a nuestro ordenamiento legal”.
Raúl Castro se refirió así a la liberación de presos al anunciar el regreso a Cuba de Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, los tres agentes cubanos del grupo de “Los Cinco” que aún permanecían presos en EE.UU. desde 1998.
Psaki aseguró hoy que el compromiso de liberar a los disidentes es uno que Cuba “hizo no solo con Estados Unidos, sino también con el Vaticano”, que facilitó los contactos secretos entre las delegaciones estadounidense y cubana que condujeron al anuncio de la normalización de las relaciones.
“Seguiremos urgiendo al Gobierno de Cuba a cumplir su compromiso (de liberar a los 53 presos políticos). Nos gustaría ver este proceso completado en un futuro cercano, y es algo de lo que seguiremos hablando”, añadió la portavoz.
El senador republicano Marco Rubio, de origen cubano, instó hoy a Obama, a cancelar las conversaciones bilaterales previstas para este mes en La Habana hasta que Cuba cumpla con su compromiso de liberar a los 53 prisioneros políticos.
Al respecto, Psaki indicó que el viaje de la delegación estadounidense a La Habana supondrá una “oportunidad de hablar directamente sobre asuntos de derechos humanos”, y defendió que la nueva política de EE.UU. hacia Cuba “hará más para empoderar al pueblo cubano” que la anterior, que “los mantenía aislados”.
El viaje a Cuba de funcionarios estadounidenses a finales de enero será la primera misión de alto nivel a la isla, y estará encabezada por la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson.
La visita tendrá como objetivo principal mantener una nueva ronda del diálogo migratorio que se reanudó en 2013 entre ambos países, pero en ella también se tratarán temas de derechos humanos, según aseguró hoy Psaki.