A Walterio José Patiño, de 67 años, lo estrangularon cuando cumplía con su deber de custodiar los bienes de una institución educativa en la avenida Padilla. Los delincuentes abrieron un boquete en una ventana frontal y entraron al liceo Los Próceres para robar unos equipos de computación. Así lo publica laverdad.com
Fuentes policiales estiman que los ladrones penetraron al plantel a las 3.00 de la madrugada. Al parecer los sujetos usaron un objeto pesado, presuntamente un martillo, para romper el vidrio. Una vez adentro se encontraron con Patiño, quien quiso tomar un teléfono para llamar a la Policía. Sin embargo, los sujetos lo alcanzaron y lo golpearon en la cabeza. Luego lo maniataron y lo asfixiaron con un cable de teléfono.
Los investigadores suponen que los malhechores son integrantes de la banda Los Cucaracheros, la cual se dedica al robo y venta de estupefacientes en las inmediaciones del antiguo centro cultural Sopotocientos, situado en la cuadra contigua al instituto donde ocurrió el crimen.
Robo
Sin obstáculos aparentes, los asesinos, desmontaron dos aires acondicionados, pero el temor de ser sorprendidos con las manos en la masa y con el cuerpo de Patiño a sus pies decidieron dejarlo y cargar solo con dos computadoras de mesa. Antes de partir despegaron las cámaras de seguridad para llevárselas.
Los efectivos de la Policía regional que pasaban por la Padilla se percataron de la entrada forzosa y decidieron bajarse a investigar. Una vez adentro, tropezaron con el cuerpo del vigilante tirado en la entrada hacia uno de los pasillos. Los dueños llegaron al sitio y notificaron a la familia sobre lo sucedido.
La víctima residía en el barrio Silvestre Manzanilla, en el oeste de Maracaibo, de donde salió el pasado jueves a las 5.00 de la tarde para su trabajo. Antes de partir se despidió de sus cinco hijos, quienes se quedaron celebrando la llegada del año nuevo hasta que recibieron la mala noticia.