Los equipos de rescate aún no han hallado el cuerpo principal del Airbus 320-200 de AirAsia siniestrado el domingo en el mar de Java con 162 personas a bordo, dijo hoy el consejero delegado de la aerolínea de bajo coste, Tony Fernandes.
Fernandes señaló en rueda de prensa en la localidad javanesa de Surabaya, desde donde partió el aparato siniestrado, que las señales que captó el sonar de un navío no corresponden al avión que buscan.
Las declaraciones del empresario malasio surgen después de que la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate (Basarnas) de Indonesia informase de que un barco que participa en las labores de búsqueda localizó con sus equipos de sonar el punto exacto donde reposa la aeronave.
El lugar indicado por el navío está a unos 30 metros de profundidad marina y a unas 100 millas náuticas (185,2 kilómetros) de la población de Pangkalan Bun, en el sur de la isla de Borneo, adonde se transportan los cadáveres sacados del mar antes de enviarlos a Surabaya.
No es la primera vez desde que comenzó esta “pesadilla”, en palabras de Fernandes, que surgen informaciones contradictorias, incluso entre las autoridades indonesias.
El director la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate (Basarnas) de Indonesia, Bambang Selistyo, confirmó hoy que tienen siete cadáveres, los de tres mujeres y cuatro hombres.
Una mujer y un chico han sido los dos primeros cuerpos en llegar hoy a Surabaya, donde esperan la mayor parte de los familiares de las víctimas y donde se ha habilitado un centro para que trabajen los forenses en la identificación.
Un avión transportó a Surabaya ambos ataúdes numerados 001 y 002 y que portaron marines de la Fuerza Aérea, seis por cada féretro, según mostró la televisión local.
El mal tiempo en el mar de Java al sur de Borneo, con fuertes vientos y olas de más de tres metros, ha dificultado las operaciones desde que se retomaron con las primeras horas del día hasta el punto de que los responsables tuvieron que suspenderlas temporalmente.
En otras condiciones, los alrededor de 90 buceadores, la mayoría indonesios, habrían podido sumergirse en busca de más víctimas, restos o las cajas negras, de las que no se reciben las señales que deberían emitir.
Se ha especulado a lo largo del día con que una de las siete víctimas mortales era una mujer vestida con el uniforme de AirAsia, que otro cadáver llevaba puesto un chaleco salvavidas o el qué significa que estén vestidos.
La mujer con el uniforme de AirAsia apunta a una de las cuatro azafatas que atendían en el vuelo QZ8501 que volaba de Surabaya a Singapur cuando se perdió el contacto.
El resto de la tripulación lo formaban un piloto con 20.537 horas de vuelo, el copiloto, de nacionalidad francesa, y un mecánico.
La persona con el chaleco salvavidas puesto resultó otra información falsa.
“No hay una víctima, un hombre, con un chaleco salvavidas. No estaban juntos (…) Hasta el momento, no hemos encontrado ningún cuerpo con el chaleco salvavidas puesto”, dijo el subdirector de Basarnas, Tatang Zaenuddin, según el medio local Detik.
El que los cadáveres estuviesen vestidos apunta a que el avión no estalló en el aire, según los especuladores, que refuerzan el argumento con el hecho de que los restos encontrados no estén esparcidos en un área muy grande.
El avión de AirAsia despegó el domingo pasado de Surabaya y tenía previsto aterrizar unas dos horas después en Singapur.
Embarcaron 155 indonesios, tres surcoreanos, un británico, un francés, un malasio y un singapurense, entre 155 pasajeros y una tripulación de 7 personas.
El piloto llamó a la torre de control en Indonesia a medio camino y solicitó permiso para virar a la izquierda y subir desde los 32.000 pies de altitud (9,76 kilómetros) hasta los 38.000 (11,59 kilómetros) para sortear una tormenta.
La torre de control aprobó el viraje en el momento pero cuando unos minutos después llamó al piloto para aprobar un ascenso, solo hasta los 34.000 pies, no pudo establece contacto.
Las operaciones de búsqueda y rescate, que hoy tuvieron que ser suspendidas por el mal tiempo, continuarán mañana en las mismas condiciones meteorológicas, según los pronósticos. EFE