El papa envía un vídeo a los brasileños para conmemorar los 450 años de Río

El papa envía un vídeo a los brasileños para conmemorar los 450 años de Río

Foto: El papa Francisco besa una imagen del Niño Jesús a su llegada para celebrar la Misa de Vísperas del Año Nuevo en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, el miércoles 31 de diciembre de 2014. / AP
Foto: El papa Francisco besa una imagen del Niño Jesús a su llegada para celebrar la Misa de Vísperas del Año Nuevo en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, el miércoles 31 de diciembre de 2014. / AP

El papa Francisco se dirigió hoy a los brasileños a través de un vídeo transmitido durante la fiesta de Año Nuevo de Río de Janeiro, el cual marcó el inicio de las conmemoraciones por los 450 años de la fundación de la ciudad más emblemática de Brasil, reseña EFE.

El religioso de origen argentino elogió, en un mensaje en portugués, los atributos de la capital carioca, que cumplirá 450 años el próximo 1 de marzo, pero criticó “las contradicciones que manchan esta belleza”.

“Por un lado, el contraste generado por las grandes desigualdades sociales: opulencia y miseria, injusticias, violencia… Por otro, tenemos lo que podríamos llamar de ciudades invisibles, grupos o territorios humanos que poseen registros culturales particulares. A veces parece que existen varias ciudades, cuya coexistencia no siempre es fácil en una realidad multicultural y compleja. Pero delante de este cuadro, no perdamos la esperanza”, enfatizó.





Ante estas “divisiones”, Francisco instó a los brasileños a “abrir los brazos como el Cristo Redentor”, el icono de Río de Janeiro que corona la montaña de Corcovado.

“Creo que todos podemos aprender mucho del ejemplo de generosidad y solidaridad de las personas más simples; aquella sabiduría generosa de saber poner ‘más agua en el fríjol'”, añadió el papa durante su mensaje, que duró cerca de 7 minutos y fue grabado en el Vaticano.

El pontífice volvió a agradecer la acogida de los brasileños durante la Jornada Mundial de la Juventud de 2013 que se celebró en Río de Janeiro, la cual fue clausurada el 28 de julio de ese año por el papa con una misa que reunión a un poco más de tres millones de católicos en la misma Copacabana.

Por último, Francisco volvió a pedir que recen por él, como ha solicitado en varias ocasiones a los fieles desde que salió por primera vez al balcón tras ser elegido pontífice en 2013.