Los pronósticos de los expertos en economía y analistas políticos para 2015 son desalentadores, la caída de los precios del petróleo y el fracaso de la gestión gubernamental pasarán factura el próximo año. Al cierre de 2014 el resultado es ddeprimente, recesión, escasez, cierre de empresas, altísima inflación y desabastecimiento, pero lo más grave de todo es que no se avizora un cambio de rumbo ni rectificación por parte de quienes nos gobiernan, por el contrario, la guerra económica sigue siendo el argumento victimizador para no asumir responsabilidad por la crisis. El gobierno nos lleva del timbo al tambo, tal como “el filosofo” Eudomar Santos: “como vaya viniendo, vamos viendo”.
Los venezolanos aspiramos que ante evidencias tan contundentes como la ausencia de leche en los anaqueles, de carne en los frigorificos, de insumos y medicamentos en los hospitales, ante tantas penurias, se produjera un cambio de rumbo. Que entre el sector público y el privado pudieran articular las políticas que requiere el país para superar este desastre económico. No ha sido así, en 2014 fuimos testigos de otro montaje mediático, el cuento del diálogo con el sector privado, televisado, publicitado y cacareado. Las mesas de trabajo que se hicieron con distintos sectores, no dudo que haya recogido muchas propuestas e ideas, pero se quedaron ahí, en la minuta de la reunión, porque todos los sectores convocados manifiestan estar muy golpeados por la crisis, sin que hasta ahora sus requerimientos hayan sido atendidos.
¿Qué nos espera en 2015? Más allá de la macroeconomía en la cotidianidad tendremos que hacer enormes sacrificios. Una muestra de lo que se ha convertido el salario mínimo es que al día de hoy, solo se puede adquirir con esa cantidad, un par de zapatos, una camisa y un pantalón para un niño. La escasez de productos seguirá siendo una constante, sin embargo, no podemos dejar de ser optimistas y continuar cada uno desde nuestro rol construyendo la plataforma del cambio. No podemos esconder la realidad, sobre todo, ante el afinado aparato de propaganda gubernamental, que intenta taparla y manipular a los ciudadanos, para que no demanden un cambio. El próximo año nos impone un compromiso mucho mayor con el país, un esfuerzo titanico para construir los cimientos de las trasformaciones que demanda Venezuela. Necesitamos “sumar voluntades” para acometer la tarea que nos espera. Haciendo bueno el adagio que dice: en las crisis, siempre surgen las soluciones. Cierro por ahora este ciclo, deseándole a todos los que viven en nuestro hermoso país un venturoso año 2015.
Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv