Padres de los 43 estudiantes desaparecidos hace exactamente dos meses después de haber sido atacados por policías y posiblemente masacrados por sicarios se declararon “frustrados, desesperados, pero ante todo molestos con el gobierno”, que calificaron de inepto por la falta de resultados en su búsqueda.
“Nos sentimos frustrados, desesperados, pero ante todo molestos con el gobierno, queda clara su ineptitud para encontrarlos”, dijo a la AFP Felipe de la Cruz, padre de uno de los jóvenes desaparecidos, la mayoría de entre 17 y 21 años.
“Para nosotros siguen vivos y no descansaremos hasta encontrarlos”, añadió este vocero del resto de los padres.
Los padres de familia encabezaron este miércoles un bloqueo que duró siete horas en la autopista que comunica a la Ciudad de México con el turístico puerto de Acapulco para exigir a las autoridades la localización de los jóvenes que desaparecieron en la comunidad de Iguala, Guerrero (sur).
Unas 2.000 personas participaron en el bloqueo a la altura de Chilpancingo -capital de Guerrero-, con la presencia de maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) y estudiantes de la escuela rural para maestros de la comunidad de Ayotzinapa a la que concurrían los jóvenes desaparecidos.
El bloqueo terminó pacíficamente, a diferencia de recientes manifestaciones convocadas por la CETEG que han derivado con el incendio del Congreso de Guerrero y otros edificios públicos de esa entidad.
La seguridad de Guerrero fue reforzada este miércoles con el envío de cientos de policías federales y tanquetas antimotines.
El 26 de septiembre los 43 estudiantes desaparecieron tras un ataque de policías corruptos y narcotraficantes después de efectuar una recolecta.
La investigación de la fiscalía, basada en declaraciones de narcotraficantes detenidos, apunta a que los jóvenes fueron masacrados, sus cadáveres carbonizados y los restos arrojados a un río, algunos de los cuales fueron enviados al laboratorio de la universidad austríaca de Innsbruck.
El gobierno, que no ha detenido sus búsquedas en los agrestres alrededores de Iguala, ha dicho que los resultados de los análisis de ADN podrían estar listos en cuestión de “semanas”.
– Punto de inflexión –
Esta desaparición mantiene al país consternado y generó una fuerte crisis, tanto en el gobierno de Enrique Peña Nieto como en la izquierda mexicana que administra Guerrero.
El crimen “marca un punto de inflexión para la nación, porque a partir de este hecho se han suscitado reflexiones”, dijo el miércoles el presidente Enrique Peña Nieto durante un acto público.
Se espera que el jueves Peña Nieto anuncie reformas en la justicia y la creación de una policía única que controle a las policías municipales, infiltradas por el crimen organizado.
El plan establecerá mecanismos para detectar funcionarios en el crimen organizado y reformas legales anticorrupción, entre otras medidas.
Bajo la amenaza de recrudecer las protestas, los estudiantes de Ayotzinapa, una escuela internado en la que los jóvenes viven en condiciones de pobreza, han lanzado a Peña Nieto un “ultimátum” para que renuncie el 1 de diciembre, cuando cumpla dos años en el poder.
Fuertes manifestaciones han tenido lugar en la Ciudad de México, escenario también de multitudinarias marchas encabezadas por los padres de familia. AFP