La Navidad venezolana es algo muy característico de nuestra cultura, ¿Y es que, quién no disfruta una Navidad en Venezuela? Estoy seguro que la Navidad en Venezuela es una de las cosas que más se puede extrañar, mientras se está lejos del país.
El ambiente navideño empieza desde el momento en que escuchamos gaitas en la radio, ya uno sabe que estamos cerca. Luego llega el momento de hacer las hallacas en familia, “los corre corre”, de quien busca las hojas, quien busca las pasas, alcaparras, hacer el guiso, echarse un palito no puede faltar, pero ciertamente este año será un reto conseguir todos estos ingredientes, sin mencionar los precios.
No podemos olvidar que muchos hogares en los últimos años han tenido navidades distintas, desde que el famoso mensaje navideño de los canales más importantes, ya no se espera, hasta que algún hijo, hermano o familiar no esté presente para comerse la hallaca en la cena del 24 o 31, o recalentar lo que qued÷o de la noche para comérselo al día siguiente. Así somos los venezolanos, cualquier oportunidad es una buena excusa para compartir.
Ciertamente el ambiente será distinto, en especial este año que ha sido tan difícil para todos los venezolanos, pero a pesar de todo esto, cada día estoy más convencido que lograremos salir adelante. Y es que cada día me sigo encontrando en este camino, jóvenes que al igual que yo creen y siguen apostando por tener un mejor país. Lo mejor de todo es que están trabajando por eso.
Es emocionante darse cuenta, la gran cantidad de jóvenes emprendiendo, involucrándose con el país para sacarlo adelante. Es muy gratificante ver que paso a paso vamos creando equipos con profesionales de primera, que no solo apuestan por su interés personal, sino que el interés colectivo forma una parte importante de sus intereses, por la simple razón que hemos ido entendiendo que si todos mejoramos, Venezuela va a ser mejor.
Siempre hago énfasis en entender, que recuperar el país no será fácil, como se diría por ahí, “Tamos claro”, pero también entendemos que fácil o difícil, la única manera de lograr nuestras metas es trabajando por ellas. Como muchos cerebros se han marchado en busca de un mejor futuro, algo que no critico, al contrario, lo respeto, no podemos olvidar que en Venezuela quedamos la mayoría.
Son estas razones las que me hacen estar convencido, que más allá de que Venezuela deba ser feliz, es que Venezuela merece ser feliz, digo merecer porque realmente hay jóvenes y no tan jóvenes trabajando para que seamos mejores, para que haya más educación, más conciencia ciudadana, para que nuestro capital social sea mayor.
Estamos convencidos de que somos nosotros los jóvenes los que vamos a reconstruir Venezuela, que así como todos los venezolanos nos unimos en el sueño de que la Vinotinto llegue al Mundial, y todos juntos podamos gritar ese gol, pronto todos los venezolanos nos uniremos para poder reconstruir nuestro país que cada día merece más, ser feliz.
Rodéate de los soñadores y de los que hacen, de los que creen y los que piensan, pero sobre todo, rodéate de aquellos que ven grandeza en ti, incluso cuando ni tú mismo la ves. ¡Les deseo una feliz Navidad!
Aarón Andrés Rodríguez Moro – @rodriguezaaron