Reforzado por la votación simbólica de más de dos millones de personas el domingo, el presidente catalán Artur Mas buscará ahora un verdadero referéndum sobre la independencia de España que Madrid se ha negado hasta ahora a negociar.
A pesar del veto impuesto por Madrid, 2,32 millones de personas participaron, según cifras definitivas anunciadas este lunes por el ejecutivo catalán, en una jornada definida como histórica para el nacionalismo de esta gran región del noreste, donde el sentimiento independentista crece desde hace años atizado por una crisis ecónomica que agravó las tensiones políticas.
Un 80,76% (1.861.753 personas) votó “sí” a la independencia, mientras los partidarios del “no” eran llamados a quedarse en casa.
Mas celebró la movilización como “un éxito total” en un pulso con Madrid que está determinado a proseguir.
“Pedimos al mundo que nos ayude a convencer a las instituciones españolas de que Cataluña merece votar en un referéndum sobre su futuro. Nos merecemos un referéndum legal y vinculante”, había lanzado por la noche.
Para Gabriel Colomé, politólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona, la respuesta que dará el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, está sin embargo muy clara: “es no”.
Rajoy ya ha recurrido en dos ocasiones al Tribunal Constitucional para impedir una consulta que considera ilegal por usurpar la soberanía al conjunto del pueblo español.
Considerando que Mas pudo incurrir en desobediencia civil por organizar la votación del domingo, la justicia española abrió investigaciones.
Y varios responsables del conservador Partido Popular de Rajoy llegaron a afirmar este lunes que habrá acciones legales contra el presidente catalán.
“Espero en que hoy sea el día que Artur Mas reciba una carta del fiscal”, lanzó un vicesecretario general del partido, Esteban González Pons.
– Llamadas al diálogo –
“Le exijo al señor Rajoy que abandone los tribunales y se abra un espacio para el diálogo y la negociación”, llamó por su parte el líder de la oposición socialista, Pedro Sánchez.
Una llamada, la del diálogo, a la que se sumaba toda la prensa, a izquieda y derecha, en Cataluña y el resto de España.
“Ambos ejecutivos deben trazar un plan de trabajo, un método y un calendario ágil para identificar el elenco de grandes cuestiones susceptibles de reformas decisivas (competencias, financiación, lengua…) que puedan pavimentar una solución creíble, compartible y duradera”, afirmaba el diario de centro-izquierda El País.
En opinión de Colomé, Mas sale reforzado de la votación del domingo pese a su escaso valor: “prometió que convocaría” una consulta y lo hizo.
Esto debe permitirle escapar a la presión de los radicales de ERC que, decididos a declarar la independencia unilateralmente si es necesario, exigen elecciones regionales anticipadas, convencido por los sondeos de que las ganarán.
Y lo deja, según el politólogo, como único interlocutor legítimo en Cataluña ante Mdrid.
“Si nos planteamos esto como un partido de tenis a cinco sets, ayer se acabó el primer set, y este lo ha ganado Artur Mas. Ahora empieza el segundo set y este depende de Mariano Rajoy”, afirma.
Ahora éste “puede aplicar el criterio jurídico, como ha hecho hasta ahora, o aplicar el concepto político”, aunque “es una incógnita cuales son los márgenes con que quiere jugar” a un año de unas elecciones legislativas en que el PP podría perder el poder o al menos la mayoría absoluta, agrega.
– ¿Victoria o derrota? –
Más allá del éxito de la movilización, los resultados de la consulta independentista no son concluyentes.
Los partidarios de una Cataluña independiente superan apenas al 1,7 millones de votos sumados por los partidos soberanistas en las elecciones regionales de 2012.
“Pensaban que podían arrastrar mucho más”, dice Colomé. “Esto quiere decir que en un hipotético referéndum de verdad tienen un problema”, agrega.
Mientras tanto, el llamamiento de Mas a la comunidad internacional surtía poco efecto el lunes.
“El Reino Unido es un gran amigo y aliado de España. Queremos que España siga unida (…) y nuestra idea sobre estos referendos es que deben hacerse a través de los marcos legales y constitucionales adecuados”, afirmó en Londres el primer ministro británico, David Cameron, quien el 18 de septiembre había permitido votar a los escoceses en un plebiscito en que ganó el ‘no’. AFP