Lapatilla
Además de tener que rifarse contra las fuerzas del mal, el Papa Francisco tiene que batallar con las condiciones climáticas y –sobre todo– con la vestimenta que como sumo pontífice tiene que portar.
Durante las últimas apariciones que ha realizado en El Vaticano, las fuerzas de la naturaleza han intentado distraerlo en su discurso. Por lo menos así pareciera según lo que muestran las imágenes.
Pese a que el viento no lo dejaba continuar con su trabajo, el Papa no dejó de comunicar su mensaje. Todo un profesional.