La guerrilla comunista de las FARC admitió este jueves por primera vez que sus acciones han afectado a la población civil colombiana y se declaró dispuesta a asumir su “responsabilidad”, en el marco del proceso de paz que lleva a cabo en La Habana.
“Reconocemos explícitamente que nuestro accionar ha afectado a civiles en diferentes momentos y circunstancias a lo largo de la contienda”, armada de medio siglo, dijo la guerrilla en un comunicado leído a la prensa por su dirigente “Pablo Atrato”.
“Las FARC asumiremos responsabilidad en lo que nos concierna”, agregó Atrato, uno de los cuadros de las FARC que se integraron hace pocos días a las negociaciones de paz con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, iniciado en noviembre de 2012.
Las FARC habían reconocido por primera vez el 20 de agosto de 2013 su cuota de responsabilidad por las miles de víctimas del conflicto colombiano, pero ésta es la primera vez que admiten explícitamente que han afectado a la población civil.
En esa ocasión, el comandante Pablo Catatumbo dijo: “Sin duda también ha habido crudeza y dolor provocados desde nuestras filas”.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país con unos 8.000 combatientes, hicieron este reconocimiento mientras discuten con la delegación del gobierno colombiano el sensible tema de la reparación a las víctimas, cuarto de los seis puntos de la agenda.
“Como fuerza político-militar beligerante en el conflicto social y armado desarrollado en Colombia desde hace más de 50 años, es evidente que hemos intervenido de manera activa y hemos impactado al adversario y de alguna manera afectado a la población que ha vivido inmersa en la guerra”, refirió Atrato.
“La población no ha sido, ni blanco principal ni blanco secundario de las acciones defensivas u ofensivas de nuestras estructuras armadas. Es decir, nunca ha existido en las FARC una política de determinación subjetiva para la victimización sistemática y deliberada contra la población”, añadió.
El conflicto armado de Colombia ha dejado unos 220.000 muertos, en su mayor parte civiles, y 5,3 millones de desplazados por la fuerza, según cifras oficiales. AFP