Desde el pasado octubre, el joven Landon (un estadounidense de apenas 12 años de edad) tiene trastornados a los médicos. Y es que, tras levantarse de la cama un día aparentemente normal, se percató de que había perdido la capacidad de sentir hambre o sed. Lo que en un principio comenzó como una curiosa dolencia que -en opinión de sus padres- se pasaría con el tiempo, ha resultado ser desconcertante para los expertos, los cuales no logran hallar su origen. abc.es
Tal y como explica varios diarios norteamericanos como el «wfmynews2» y el «USA Today» en su versión en línea, el extraño caso de Landon comenzó el 14 de octubre de 2013, día en que el joven se dio cuenta, con el paso de las horas, de que las sensaciones de hambre y sed se habían esfumado de su cuerpo. A su vez, la jornada se completó con severos mareos que casi le provocaron el desmayo.
Inmediatamente, sus padres le llevaron al hospital, donde los médicos le diagnosticaron una infección bacteriana en el pulmón izquierdo tras someterle a una radiografía del tórax. En principio, los doctores consideraron que, una vez curada, las ganas de comer y beber del pequeño regresarían. Sin embargo, no sucedió así y, tras suprimir la enfermedad, Landon continuó sin tener hambre ni sed. «Algo pasó en mitad de aquella noche. Se despertó de esta manera y aun no se ha recuperado», explica su padre Michael.
Desde aquella jornada, los padres de Landon se pasan el día recordando a su hijo que debe comer para no desfallecer. Día tras día le repiten la misma letanía: «Come algo, da un bocado a ese bocadillo, da un sorbo de agua». Tampoco han ayudado las decenas de visitas que han hecho a otros tantos especialistas a lo largo y ancho del país –algo que, por otro lado, está arruinando a su familia-.
Ante la imposibilidad de diagnosticar al joven, quien ha perdido casi 20 kilos desde el pasado octubre, los médicos han señalado que podría padecer una enfermedad extremadamente rara y aún desconocida. Por su parte, Landon afirma sentirse bien aunque, según sus padres, se pasa la mayoría del día tumbado en la cama debido al cansancio.