El sótano del hospital Ricardo Baquero González, mejor conocido como Periférico de Catia, se inundó por completo con las fuertes lluvias caídas durante la tarde del sábado y madrugada del domingo en la parroquia Sucre. A pocos metros, 500 familias de la calle Saraza de Nueva Caracas fueron afectadas tras el colapso del sistema de drenajes y la generación de una laguna de más de un metro de altura. Por Jorge Hernández/El Universal
El personal de guardia del Periférico de Catia contó que ascensores, morgue, estacionamiento, dos ambulancias, la sala de descanso de la Guardia Nacional, depósitos y oficinas del personal de servicios generales se llenaron de aguas servidas, lodo y demás residuos. “Nosotros mismos limpiamos parte de las instalaciones porque ninguna autoridad nos presta ayuda para destapar los desagües y alcantarillas dentro y fuera del hospital”, indicaron.
Detrás del nosocomio, al menos 30 comerciantes de la calle Panamerican de Nueva Caracas perdieron computadoras, fotocopiadoras, medicinas y equipos usados para reparar autos y motos. “Las perdidas superan Bs 1 millón”, comentó Iván Peña, dueño de un centro de copiado, quien junto sus compañeros de trabajo limpiaba su local la tarde de ayer.
“Es un problema de más de diez años. Los sistemas de drenajes están colapsados y por eso las aguas corren por la vía. La Farmacia Amarelis, una panadería y 20 vehículos se inundaron por la calles Panamerican y Saraza”, precisó Peña.
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