Sin presentar una mínima prueba, Nicolás Maduro lanzó uno de los “potes de humo” más peligrosos sobre la sociedad venezolana. Afirmó ayer, ante las denuncias de muertes rápidas en pacientes con algunas enfermedades que oficialmente aún no han sido precisadas que “Tenemos sospechas de que esta derecha (la oposición) pretendía meter algún tipo de virus, guerra bacteriológica que se ha hecho en el mundo, meterlo en el Hospital Central de Maracay, quién sabe dónde, y tenían la campaña preparada“.
Sobre el deterioro del sistema hospitalario, el desabastecimiento de medicinas, la fuga de talento médico venezolano, la reaparición de enfermedades como la malaria, lechmaniasis, los brotes significativos de dengue y chikungunya, y la opacidad de las cifras epidemiológicas oficiales, se han pronunciado desde hace ya un par de años, destacadas individualidades e instituciones nacionales e internacionales. Pero que el jefe del Ejecutivo politice el tema y pretenda achacarle a la oposición política la introducción de enfermedades en el país, sin prueba alguna, es una monumental irresponsabilidad.
En todo caso, y parafraseando al propio Nicolás Maduro, el que parece librar una “guerra bacteriológica” es él. Y contra sus propios ministros de Salud, cartera que en los últimos dos años ha tenido 4 titulares, tal como lo ilustra nuestra caricaturista @_calavera_
O las escogencias han sido malas o el que escoge no deja trabajar a las “lumbreras” seleccionadas. Los resultados han estado a la vista de todos. Veremos cuánto dura la recién nombrada ministra Nancy Pérez, que antier declaró “No es polítca del Estado ocultar nada“. (lapatilla.1eye.us)