El esposo de Kim Kardashian, Kanye West, tiene el ego por encima de la galaxia. Y es que el pasado viernes, en el espectáculo que realizó en Australia, West se negó a continuar cantando hasta que todo el público asistente se pusiera de pie. “No puedo hacer este show hasta que todos se pongan de pie. A menos de que tengan un pase para discapacitados y puedan parquear en lugares especiales y toda es mier**”, dijo.
Uno de los fanáticos ondeaba en el aire su pierna prostética, indicando que no podía estar de pie. El “Dios” West finalmente lo vio y así continuó el concierto.
Pero no todo quedó allí. Más adelante, West volvió a detener su interpretación de ‘Good life’ y dijo: “Esto es lo más largo que he esperado para hacer una canción, es increíble”. Inmediatamente envió a un guardaespaldas a ver por qué había un fanático sentado.
Pero es que el esposo de Kim Kardashian no escuchaba a sus seguidores, quienes le decían que el hombre sentado estaba en silla de ruedas. Y, cuando confirmó que efectivamente había una persona que no podía pararse, siguió con la canción.
Con información de Daily Mail