Se trata de una encuesta que realizó la revista Sight & Sound (“Vista y Sonido”), donde entrevistaron a más de 200 críticos y curadores -incluyendo muchos especialistas en documentales- y a 100 cineastas (de la talla de John Akomfrah, Michael Apted, Clio Barnard, James Benning, Sophie Fiennes, Amos Gitai, Paul Greengrass, José Guerin, Isaac Julien, Asif Kapadia, Sergei Loznitsa, Kevin Macdonald, James Marsh, Joshua Oppenheimer, Anand Patwardhan, Pawel Pawlikowski, Nicolas Philibert, Walter Salles y James Toback). Periodismo.com
Desde el 14 de agosto se podrán visitar online todos los comentarios de los profesionales sobre cada una de las películas del ranking, del cual seleccionamos las 10 primeras:
1- El hombre de la cámara (“Man with a Movie Camera”, Dziga Vertov, 1929)
El Hombre con la Cámara, muy en la línea de “Berlín, sinfonía de una gran ciudad” (Berlin: Die Sinfonie der Großstadt, 1927) describe el trascurso de un día en una ciudad rusa mediante cientos de pinceladas fílmicas sobre la vida cotidiana. Podría decirse que se trata de un retrato puntillista en el que sólo la totalidad de los breves retazos permiten percibir la ciudad en su totalidad. Con la complicidad de su hermano, el operador Mikhail Kaufman, Vertov, fiel a su teorías, no permite ni por un momento que se pueda suponer que alguno de esos retazos pueda imaginarse inventado. Por ello en el vertiginoso montaje que plasma la fascinación de Vertov por el constructivismo y el futurismo, introduce constantemente imágenes del operador que con su cámara está filmando la realidad que le rodea.
2- Sin Sol (“Sans soleil”, Chris Marker, 1982)
Una mujer narra los pensamientos de una viajera por el mundo, reflexiones sobre el tiempo y la memoria expresadas en palabras e imágenes de lugare tan discímiles como Japón, Guinea-Bisseau, Islandia y San Francisco, EE.UU.
3- Noche y niebla (“Nuit et brouillard”, Alain Resnais, 1955)
Película documental de Alain Resnais realizada en 1955 a partir de material cinematográfico y fotográfico incautado a los nazis. Con un texto de Jean Cayrol (ayudado en la sombra por Chris Marker), música de Hanns Eisler e imagen de Ghislain Cloquet y Sacha Vierny.
4- Crónica de un verano (“Chronique d’un été”, Jean Rouch & Edgar Morin, 1961)
Además de ser una encuesta sociológica, Rouch y Morin plantean en Chronique d’un été una reflexión muy similar a la llevada a cabo por la Nouvelle Vague. A lo largo de la película en la que los directores recogieron el día a día cotidiano de París, se puede apreciar como la reflexión entre los hombres y su tiempo está muy vinculada a la relación del hombre con el cine. Al final de la cinta, los directores recogen el momento en el que exhiben el material rodado ante sus protagonistas, los cuales ofrecen sus puntos de vista acerca de lo que han visto.
5- Nanuk, el esquimal (“Nanook of the North”, Robert Flaherty, 1922)
Narra las duras condiciones de vida de una familia esquimal del ártico. La detallada realidad de esta comunidad, que vive en medio de un clima casi imposible para el resto de los humanos, es lo que plasmó el antropólogo, explorador y cartógrafo Robert J. Flaherty cuando fue a rodar la cotidianeidad del esquimal Nanook y de su familia, en la Hudson Bay (Bahía de Hudson) -Canadá-, a comienzos de los años veinte.
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